Esta pasarela peatonal tiene unos tres kilómetros de longitud, y en algunos tramos no tiene más anchura que un metro. Tiene dos accesos, uno desde el norte por los embalses del Guadalhorce y desde el sur por El Chorro. Es un cañón excavado por el río Guadalhorce, y constituye uno de los paisajes más espectaculares de la sierra malagueña, con paredes escarpadas y de una altura considerable.

Entre 2014 y 2015, se llevaron a cabo las obras de restauración y recuperación del camino. En primavera de ese año, se reabrió el Caminito del Rey a los visitantes. No es solo una atracción turística, sino también la recuperación de una parte importante de la herencia histórica local. Atrae a excursionistas de todas partes.

Para poder andar por este estrecho y precioso paso hay que comprar las entradas de forma anticipada, y se recomienda llegar con una hora de antelación. Pues desde que se estacione el coche hasta el acceso norte hay una caminata de más de dos kilómetros por senderos llenos de raíces y arena suelta. El paso del tiempo, la madre naturaleza y el descuido del hombre hacen mella y su estado es cada vez más deplorable. En 2001, tuvieron que cerrar el Caminito debido a varios accidentes que se habían producido en los años anteriores debido al mal estado de la infraestructura que recorre el Desfiladero.

Lo que se construyó como un paso rápido, una forma de comunicar poblaciones en la serranía como el Chorro o la zona de Gaitanejo. Su función principal era la funcionalidad y la de facilitar la vida de los habitantes de las poblaciones venideras. Pronto fue una parte indispensable en la vida de los vecinos del Chorro y de otros asentamientos cercanos.

Las obras de este paso transcurrieron entre 1901 y 1905, a su inauguración acudió el monarca Alfonso XIII, recibiendo el popular nombre por el que hoy se le conoce ‘Caminito del Rey’. Durante los siguientes años, la vida de las poblaciones se vio muy favorecida y más fluida. La gente cruzaba el caminito andando, en bici, para ir al colegio, para volver de hacer la compra…

Fuente: Viajestic