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5 cosas que no sabías sobre el acné

Nadie se muere por un problema así, pero la enfermedad más frecuente entre los jóvenes provoca un sufrimiento enorme. Los tratamientos personalizados destierran los granos de la cara y la obsesión que estos desencadenan.

 

1- Los maduros también lo sufren

Adolescencia y acné van de la mano. Suele desarrollarse entre los trece y los quince años, y los expertos destacan que en la mayoría de los casos se curaría sin tratamiento alrededor de los veinte. Sin embargo, por el choque psicológico que produce, requiere una atención urgente. Los médicos tienen respuestas para anticipar el fin de un mal que puede llegar a ser un calvario. También disponen de ellas para los adultos, porque el 3 % de los hombres y el 12 % de las mujeres de más de 45 años sufren acné.

 

2- Genético, aunque no solo hereditario

La predisposición a padecer acné la traemos en nuestros genes, pero no siempre tiene por qué dar la cara. Lo más común es que un episodio determinado provoque su aparición. Muchas veces los propios cambios que se originan en el cuerpo durante la pubertad ya justifican su debut. ¿Se puede prevenir? Resulta difícil, porque el acné nace en la dermis media y no tiene reflejo externo hasta que surgen los granos. Lo que sí se puede es controlarlo en cuanto se manifiestan los primeros puntitos.

 

3- La paciencia es ta útil como la terapia

Los especialistas abordan este problema por tres fl ancos, que tienen que ver con los factores que facilitan el desarrollo del acné. Las terapias regulan la secreción sebácea, evitan la obstrucción del folículo y disminuyen el número de bacterias. Para los casos leves y moderados se usan, sobre todo, cremas o geles con ácido azeláico. En los episodios graves se recurre a antibióticos. Es fundamental empezar el tratamiento con los primeros signos, porque las lesiones pueden dar lugar a cicatrices que, si no se tratan, dejan marca para siempre. Y el elemento clave: perseverar en la terapia, ya que el acné tarda al menos tres meses en curarse.

 

4- Di NO a las cremas

El acné necesita aire libre. Por eso conviene aparcar los cosméticos, incluso los que se anuncian como libres de aceite, los fotoprotectores y el maquillaje. Afrontar la enfermedad con éxito exige no tocarse los granos y dejar respirar a la piel. La Academia Española de Dermatología y Venereología (AEDV) recomienda limpiar la cara dos veces al día para barrer las células muertas que pueden bloquear los poros, y secarse sin frotar. Y si resulta conveniente o no tomar el sol es una cuestión controvertida entre los dermató- logos. Coinciden en que, fuera de las horas de mayor radiación, seca la grasa de la piel, pero si aquella es intensa produce el efecto contrario.

 

5- Fumar empeora su evolución

El tabaco no tiene ningún beneficio para la salud, y el acné no es una excepción. Se ha comprobado que la adicción a la nicotina hace que persista en las personas que lo sufren, entre otras cosas, porque produce inflamación en los tejidos, uno de los síntomas característicos de esta enfermedad. Además, puede actuar como desencadenante entre quienes tienen predisposición a padecerla. Las consecuencias también alcanzan a los fumadores pasivos, ya que el humo bloquea los poros de la piel e impide que transpire.

 

Fuente: Muy interesante