Cargando
.

Lee la revista aquí

Buenos modales también en las salas de cine.

Desde el siglo XIX –en que los hermanos Lumiere incursionaron en el cine mudo– hasta la actual era digital, el cine como espectáculo ha sido motivo de recreación de cada generación que ha visto evolucionar año a año tanto la tecnología como el surgimiento de diferentes géneros, mediante los cuales el espectador ha tenido la oportunidad de disfrutar de extraordinarias producciones y del talento de grandes estrellas del denominado séptimo arte.

Hoy, el cine no solo llega a los hogares a través de la pantalla chica, sino a nuestras manos, gracias a la cobertura que proporciona el sistema de internet, y a novísimos equipos portátiles que permiten hacer realidad este tipo de aplicaciones.

Sin embargo, a pesar de tales facilidades, las salas de cine no han perdido vigencia, incluso evolucionaron en sus servicios, brindando mayor comodidad a los concurrentes.

El gusto por ir al estreno de una película es algo que crea expectativa; no es raro ver filas interminables de aficionados al pie de una boletería. Una vez dentro de la sala, el derecho a disfrutar del espectáculo es de todos; por lo tanto, es imprescindible tener presente que, en el espacio reducido que comprende una butaca, debemos guardar la mejor compostura posible, a fin de evitar molestias a los demás.

Aunque por lógica lo tenemos presente, no siempre se aplican las reglas de convivencia necesarias dentro de estos lugares. Recuerda:

 

  • Mantenerte en tu sitio. Que tener que moverte del puesto no sea motivo de molestia para los demás.
  • No hacer ruidos o comentarios en voz alta, ya que obstaculizan la audición durante el desarrollo del espectáculo.
  • Si el programa es para menores de edad, procura controlar que no indispongan a nadie.
  • Cuidar el buen estado de las instalaciones, mobiliario e higiene, evitando colocar cualquier deshecho en el lugar correspondiente.
  • Ser puntual para no irrumpir en la sala cuando ya ha empezado la función o, en su defecto, espera el momento adecuado para ingresar sin causar molestia.
  • Contribuir con una atmósfera de respeto mutuo, a fin de que prevalezca un ambiente agradable entre todos los espectadores.
  • Ser cortes al exigir el cumplimiento del servicio ofrecido por parte de la empresa.
  • Mantener la calma hasta ubicarte en el sitio de evacuación, en caso de suscitarse alguna emergencia.

Fuente: Revista Mariela