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La historia detrás del niño y el padre que hacen el piel con piel a dos bebés

La historia detrás del niño y el padre que hacen el piel con piel a dos bebés

En una cama de hospital un niño y un adulto sostienen sobre su pecho a dos pequeños bebés prematuros. Están realizando el contacto piel con piel que se practica a los recién nacidos así que, hace un año, cuando Forældre og Fødsels necesitaba ilustrar en su página de Facebook un post sobre este método, los eligió como ejemplo. Junto a su foto – esta ONG danesa de apoyo a la familia- recogía las palabras del profesor sueco Uwe Ewald quien recomendaba, en la medida de lo posible, sacar a los bebés precoces de las incubadoras y ponerlos en contacto directo con la piel de sus padres.

El gesto del padre, pero sobre todo la ternura del niño, implicado de lleno en la crianza de sus hermanos, hizo que la foto se hiciese entonces muy popular en las redes sociales, y que haya vuelto a serlo un año después.

El pasado 14 de mayo NINO birth – una organización sudafricana que utiliza la neurociencia para mejorar la experiencia del parto – compartía de nuevo la imagen en su Facebook. Y, en una semana, la publicación ha superado los 30.000 Me gusta, ha generado 800 comentarios y ha sido compartida en 21.000 ocasiones.

En realidad – según explica la web de este canal de la televisión danesa – la fotografía fue tomada en diciembre de 2008 en el Hospital Hvidovre de Copenhague. Anne Uth, que había dado a luz a dos gemelos nacidos nueve semanas antes de tiempo, fue quien capturó el momento en que su marido y su hijo mayor sostenían sobre su pecho a los bebés. Casi ocho años después Anne considera que el método ha tenido efectos positivos en sus hijos – «por los estrechos vínculos que se han creado entre ellos» – y ha compartido una foto actual de su familia: el padre Henry Graham, Valdemar que hoy tienen 10 años y los gemelos Rebecca y Marius de siete.

El método canguro consiste en colocar al recién nacido desnudo, en posición semi-vertical, sobre el pecho del padre o la madre, y en contacto directo con la piel. Según recoge el protocolo redactado por servicio de Obstreticia y Pediatría del Hospital Marqués de Valdecilla, «el recién nacido presenta, después del parto, un periodo especial en el que se encuentra en un estado de alerta tranquila, gracias al cual puede interactuar con su madre, reptar sobre su abdomen, desplazarse hasta el pecho e iniciar el amamantamiento de forma espontánea».

En los casos en que el parto se produce por cesárea – y la madre no puede estar con el bebé – son los padres o personas de las familia cercanas al niño quienes pueden hacerlo. Tal y como señala la Asociación Española de Pediatría, «según el grado de prematuridad o afectación, se puede comenzar inmediatamente tras el nacimiento o habrá que esperar un tiempo» y aunque se inicie en el hospital puede continuarse en casa «tantos días o semanas como el niño necesite».

En esta guía elaborada por el Hospital Universitario Vall d’Hebron se explican las ventajas de practicarlo tanto para los niños como para los padres – con quienes se establece un vínculo afectivo muy especial. «En el bebé», señalan, «está demostrado que disminuye el número de apneas y de bradicardias, mejora el patrón del sueño y favorece el aumento de peso». Los profesionales también señalan que favorece la lactancia materna, la estimulación táctil y olfativa del bebé y mejora el control de la temperatura corporal.

Fuente:MSN