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La recuperación emocional de los niños tomará bastante tiempo

La recuperación emocional de los niños tomará bastante tiempo

En la zona que pertenece a Manabí hay centenares de niños y recién nacidos que sobrevivieron al terremoto del sábado 16 de abril y que ahora afrontan necesidades junto a sus padres. En Jama y Canoa, dos de los puntos más devastados, la situación es la misma. Allí los juguetes han sido reemplazados por ramas de árboles y botellas vacías.

¿Cómo recuperar a estos pequeños después de lo que vivieron?

La psicóloga Rosa Elena Cepeda indica que, en estos momentos, todos los menores de edad pasan por un estado de shock emocional, que dura más o menos 15 días. “Los niños están desarrollando la comprensión de lenguaje. Hay que enseñarles a no sentirse mal por lo ocurrido y expresar emociones, como la ira, el dolor, la culpa”.

Carlos Orellana, director técnico del Instituto de Neurociencias de Guayaquil, explica que cuando una persona está en shock puede presentar mutismo, una reacción psicológica patológica ante un evento estresante. “El individuo se queda sin hablar o por el contrario tiene ansiedad. Cada ser tiene su personalidad y reacciona diferente”.

Reconoce que la recuperación en los menores de edad es una tarea muy delicada debido a que son más frágiles y la destrucción psíquica del niño es mayor a la del adulto. Las poblaciones más golpeadas son los niños y los adultos mayores. “Los pequeños quedan con traumas severos, para evitar esto hay que detectar los problemas a tiempo. Trabajar desde el inicio”.

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Un equipo de psiquiatras del instituto ya fue enviado a las zonas más afectadas en Manabí. Han detectado casos de mutismo en niños. Para abordarlo, dice Orellana, se necesitan juguetes y que puedan comunicar sus emociones. El tratamiento de los niños huérfanos empieza por buscarles un hogar y luego darles terapias. Decenas de voluntarios también han llegado a las zonas afectadas, y se dedican a dar apoyo emocional, igual ocurre con técnicos del MIES, de Unicef e incluso las mascotas entrenadas de la Policía entretienen a los niños.

Fuente: Telegrafo