Cargando
.

Lee la revista aquí

El modo en que afrontamos este problema, es determinante para corregirlo. Sigue estas pautas recomendadas por especialistas y lograrás rectificarlo.

-Es preciso que el niño entienda la diferencia entre capricho y necesidad. Si cedes ante un juguete, evita sustituirlo por otro en cuanto se aburra.

-Si le das algún antojo de alimentación, procura que lo termine, aunque descubra que su sabor no es el que esperaba. Así, la próxima vez pensará un poco más lo que realmente quiere.

-Instaura determinadas rutinas, como regalar un juguete en un momento u ocasión especial (cumpleaños, buenas calificaciones).

-Proponle que realice una tarea concreta o logre un determinado objetivo para que aprenda a apreciar el valor del esfuerzo.

Papá y mamá deben trabajar en estos consejos por igual. Recuerda que en ocasiones los caprichos son tan solo una forma de reclamar mayor atención.

 

 

Fuente: Revista Mariela

Estar a dieta se ha convertido en los últimos años en un estado permanente para muchas personas. En algún punto se comenzó a reproducir la idea de que comer es malo, y mucha gente entró en una dinámica de comer poco, medir calorías, culparse por darse algunos gustos y aguantar el hambre.

Sin embargo, muchos especialistas han encontrado que las dietas no funcionan a largo plazo y a continuación te explicamos por qué sucede esto. El cerebro humano tiene una noción propia de lo que debes pesar sin importar lo que creas conscientemente, a esto se denomina punto de ajuste. Cuando la ingesta de calorías diarias disminuye drásticamente, el hipotálamo, la región del cerebro que regula el peso, manda señales de que algo anda mal. Si pierdes mucho peso rápidamente, te dará más hambre y tus músculos consumirán menos energía para mantener el peso al que está acostumbrado tu organismo.

Entonces qué debes de hacer:

 

Fuente: Metro Ecuador