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El recuerdo, como una vela, brilla más en Navidad”.

Charles Dickens, escritor inglés.

 

La Natividad, y todo lo que representa, sin duda alguna es la época en que los seres humanos son más vulnerables al amor, la bondad y la alegría. En Navidad y Año Nuevo se prepara el corazón para los buenos deseos, la expectativa de lo que vendrá y, por supuesto, para compartir en familia.

 

Crecemos y nos volvemos adultos tan rápido que parece que no nos alcanzó la infancia para hacer todo lo que de niños quisimos. El pesebre es el lugar donde Dios, hecho humano como nosotros, se humilló para alcanzar nuestro corazón con su amor perfecto.

 

Ese pesebre en que yació el salvador, el niño de Belén, parece ser el lugar más visitado por los seres humanos de toda condición, pero ¡claro!, solo por Navidad, porque después se olvida su verdadero sentido: que Dios vino a nosotros envuelto en pañales en un establo junto a una mula, un buey, algunos pastores y, por supuesto, no faltaron tres sabios que llevaron los regalos más valiosos, no por su costo, sino por el significado y propósito en la vida del recién nacido:

 

 

Entonces, la Navidad es mucho más que los regalos y las fiestas. Navidad es amor y reconciliación; es RECORDAR lo que fuimos, lo que con el tiempo perdimos a medida que crecíamos cuando el camino se volvía estrecho con las lágrimas, el dolor, el sufrimiento que causamos o que nos causaron, y que dejó heridas que solo el más puro amor puede curar. Ese amor que se desbordó en aquel pesebre, en ese pequeño niño, representando la grandeza del rey del universo, el hijo del carpintero José y de María, quien a pesar de no ser más que una joven adolescente tomó la decisión y se arriesgó a decir sí al desafío puesto ante ella.

 

Muchos dirán: “¡Oh, pero yo no tengo motivos para celebrar! He pasado el año más difícil, y, la verdad, solo deseo que se acabe”. Entonces, ¿solo somos capaces de celebrar las cosas buenas que hemos recibido?

El niño del pesebre, JESÚS, nos enseña a celebrar todo, aun lo que ha provocado un río de lágrimas de nuestra alma, pero que nos ha llevado a conocer lo que realmente somos ante la adversidad y a sacarle el mayor provecho, diciendo, como tantas veces escuché a generaciones pasadas: “Llorar desde adentro, desde el corazón, hermosea la mirada y saca el brillo más resplandeciente que jamás se verá en nuestros ojos”.

 

El dolor nos recuerda de qué estamos hechos; nos hace entender que cada caída y cada herida, al final, nos hace más fuertes, y eso no se compara con ninguna experiencia, por más risas que nos hayan sacado.

 

Hoy es tiempo para empezar de nuevo y en familia, compartiendo desde el corazón más que una fecha:

 

  1. Te invito a recordar tu infancia.
  2. Empieza a recuperar tus sueños.
  3. Abraza la vida desde lo simple y lo sencillo.
  4. Vuelve a ser niño, sin que nadie te recuerde lo adulto que ere para reír, llorar o encender una luz cantando de nuevo Noche de Paz y descubrirte mirando el firmamento, tratando de encontrar con tus ojos la estrella de Belén, que guio a los pastores y a los sabios hasta el pesebre.

 

Navidad es, simplemente, una oportunidad para VOLVER A TENER ESPERANZA en que los regalos que podamos comprar con dinero no son los más importantes, sino los que damos desde adentro, los que el dinero no compra, los que ya no se valoran, los que cuestan todo, los invisibles, los que son invaluables porque no hay con qué pagarlos: el amor, la bondad, el abrazo y el perdón. Aquellos que no se pueden arrancar porque simplemente se dan por el único placer y gusto de amar, sin esperar nada a cambio. VOLVER A CELEBRAR, VOLVER A AMAR es lo primero que debe restaurarse en cada ser humano.

 

Fuente: Revista Mariela

Con la muerte de Hugh Hefner también se dice adiós a la Mansión de Playboy, lugar en el que se celebraron importantes eventos alrededor de este personaje.

La Mansión data de la década de los 20’s, y se fusionará con la propiedad contigua, de la cual formó parte originalmente. Su dueño, el magnate Daren Matropoulos la adquirió el año pasado por US$100 millones de dólares, aceptando que Hefner la habitara ahí hasta su muerte.

Esa mansión fue testigo de las grandes aventuras de Hefner con cientos de conejitas que posaron para su revista. Era donde se elegía a la Playmate del Año. Infinidad de fiestas celebradas en sus jardines, piscina, sala de juegos, por donde desfilaron personalidades del espectáculo y de los negocios, quienes gozaban de la amistad de Hefner y se divertían a lo grande en esas inolvidables fiestas.

 

Fuente: La Botana

Tanto en América, Asia o Europa se realizan impresionantes fiestas, que convocan a cientos de visitantes ávidos de cultura y diversión.

 

Oktoberfest

Munich (Alemania) es la sede del festival de cerveza más importante del mundo. Se lleva a cabo del 18 de septiembre al 3 de octubre, tiempo en el que alrededor de siete millones de turistas de distintas partes del mundo degustan esta popular y tradicional bebida.

 

Full Moon Party

En la isla de Koh Pha Ngan (Tailandia), se celebra cada mes de luna llena esta increíble fiesta playera, una de las más conocidas del mundo, que llega a reunir entre diez mil y treinta mil personas mensualmente.

 

Burning Man

Una figura humana de madera, de varios metros de altura, es envuelta por las llamas como cierre de este festival, que se celebra del 29 de agosto al 5 de septiembre de cada año en medio del desierto de Nevada (Estados Unidos), donde los asistentes (más de treinta mil) conviven en medio de carpas y de arte.

 

Queen’s Day

El 30 de abril, en Amsterdam, habitantes y turistas salen a las calles y navegan en botes por el río Amstel vestidos de color naranja, en alusión a la dinastía Orange, apellido que forjó la monarquía holandesa. Lo hacen para festejar el cumpleaños de la reina Beatriz, quien en realidad nació en enero, pero quiso que la celebración continúe siendo en la fecha del nacimiento de su madre, para honrarla.

 

Glastonbury Musical Festival

Tiene lugar en Inglaterra y es reconocido mundialmente por la gran cantidad de bandas contemporáneas que se presentan en vivo, además de interpretaciones de danza, comedia y teatro. El primer Glastonbury se realizó en 1970, bajo la influencia hippie. Actualmente, más de ciento cincuenta mil personas vibran en esta megafiesta que dura tres días.

 

Winter Light Festival

En Kuwana, Japón, se encienden más de siete millones de luces LED’s para celebrar el invierno. Durante el día se cargan utilizando placas solares y en la noche proporcionan a la estancia del jardín botánico de Nabana No Satuna una inmensa decoración de colores sorprendentes.

 

 

Fuente: Revista Mariela