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Llega el momento de la verdad, volver a nuestra rutina con los kilos que hemos cogido en verano… o no. Podemos probar mil dietas o eliminar ese exceso de peso combinando una alimentación equilibrada y deporte. Ese es el reto, hacer que el deporte forme parte de nuestro día a día para quemar calorías y llevar una vida más saludable.

«Sí existe el ‘enganche’ al deporte, pero es importante tener un profesional que nos dé las directrices para lograrlo y mantenerlo. Lo importante es que en el día a día el deporte sea una rutina más de nuestra vida diaria y empezar desde una base e ir aumentando poco a poco«, aconseja el doctor Adelardo Caballero, director del Instituto de Obesidad.

Tras un verano de excesos llega el momento de revertir la situación y eliminar los kilos que sobran. Para ello la mejor solución es combinar dieta equilibrada y ejercicio diario, explica el especialista, siendo aconsejable tener un plan a medio plazo y huyendo de las dietas rápidas.

Elegir un deporte que nos motive y buscar ayuda serán el pistoletazo de salida para conseguir los retos que dependen de nuestra actividad física.

A partir de ahí hay que ser regular y seguir una rutina de ejercicios, la única manera de engancharnos positivamente a los ejercicios que nos servirán de puente para mantenernos en forma. Es esencial evitar machacarse los primeros días por el consiguiente desgaste y riesgo de abandono de la actividad, los esfuerzos deber ser paulatinos.

Hay que tener claro que cuentan tanto los esfuerzos físicos como los psicológicos, estar convencidos de los beneficios que el deporte nos ofrece ayudará a no desistir, eso sí, siempre entendiendo que no existen los milagros.

«La alimentación debe ser de calidad y controlar en cantidad, centrándonos sobre todo en proteínas. Con respecto al ejercicio debemos diseñar un plan diario aumentando poco a poco la intensidad, trabajando tanto el cardio como la tonificación», recomienda el Dr. Caballero.

Una vez con el plan en marcha, no existen sesiones concretas o un tiempo determinado que apunte a que el deporte se ha convertido en imprescindible en nuestras vidas, ya que «el tiempo que se necesita va a depender de la predisposición que presente cada persona. Por eso es tan importante la motivación y el seguimiento personalizado, así como la figura del profesional que es muy importante para enseñarnos y generar hábito diario», aconseja el director de IO.

La perseverancia ayudará a que nos enganchemos al deporte deseado, la manera más sencilla y saludable de mantenernos en nuestro peso ideal.

Hay ejercicios concretos que tras un verano sedentario son perfectos para eliminar en el menor tiempo posible los tres kilos que hayamos podido coger.

«Teniendo en cuenta que la alimentación es la adecuada, los ejercicios que más nos van a ayudar a perder peso son ejercicios de cardio como caminar, correr, nadar, etc.., pero la tonificación es muy importante porque si los músculos están tonificados en nuestro día a día el cuerpo mueve más peso, peso sano, y quemas calorías en reposo», explica el experto.

Incorporar de manera natural el deporte a nuestra rutina, ser pacientes con nuestros objetivos, felicitarnos por nuestros logros, no rendirnos y aprender a disfrutar de cada esfuerzo es esencial para engancharnos felizmente al deporte.

Fuente: Correr Y fitness

No hay tabla de entrenamiento que no incluya unas series de flexiones y de abdominales una o varias veces por semana. Y es que estos ejercicios son muy efectivos a la hora de trabajar los pectorales y los abdominales. Sin embargo, es importante hacerlos bien para ver resultados. Pero solo eso, sino que realizarlos de forma correcta evitará que se produzcan lesiones. Muy atento, porque te contamos cuáles son los errores más comunes al hacer los ejercicios más populares del gym.

Flexiones

Colocar mal las extremidades

Es uno de los errores más comunes a la hora de hacer flexiones. Y es que no vale con apoyarse en el suelo y empezar a subir y bajar a lo loco. Antes arrancar, asegúrate de que tus manos están rectas y ponlas a la altura de los hombros. Los codos tienen que estar flexionados, pero no dejes que tus brazos hagan todo el esfuerzo: tiene que ser el pecho el que haga la mayor parte del trabajo. En cuanto a las piernas, colócalas casi juntas y completamente estiradas. Deben reposar sobre los dedos de tus pies, que estarán apoyados en el suelo.

Curvar la zona lumbar

Puede provocarte lesiones en la zona, además de hacer que tu entrenamiento no te proporcione los resultados esperados. La espalda tiene que mantenerse recta cuando hagas flexiones. ¡No dejes que se curve! Al subir y bajar, el tronco tiene que permanecer firme. Tu cadera debe seguir la línea de tu espalda. No la eleves ni la bajes más de la cuenta.

Hacer las flexiones demasiado rápido y sin llegar al suelo

Esto, además de ser trampa, hará que el ejercicio no cumpla con su misión. No intentes acabar antes de tiempo. Al hacer flexiones, debes hacer un recorrido completo hasta el suelo de manera controlada. Cuando llegues a bajo y estés a solo unos centímetros de separación, vuelve a subir para completar una repetición.

Mover cabeza y cuello

Que tu cabeza y cuello estén en movimiento durante el ejercicio puede causarte molestias. Sabemos que se te van los ojos detrás de ese compañero de gimnasio que tanto te gusta, pero mientras realizas las flexiones es mejor que mantengas la mirada fija en el suelo. De esta forma, tu cuello no sufrirá daños durante el ejercicio. Evita girarlo para mirar hacia los pies, hacia enfrente o hacia arriba y mantenlo alineado con la columna mientras subes y bajas con ayuda de tus brazos.

Abdominales

Hacerlos en el suelo sin colchoneta

Echar tu toalla en el suelo y ponerte encima de ella para hacer el ejercicio no es lo más apropiado. Es mejor que utilices una esterilla, no solo para estar más cómodo, sino también para no dañar tu espalda. Necesitarás comprar una si realizas tu entrenamiento en casa. Si por el contrario vas al gimnasio, allí encontraras material para los ejercicios en los que, como este, necesites tumbarte en el suelo. Te sentirás más a gusto y evitarás lesiones.

Pasarse haciendo repeticiones

Hacer más abdominales en un mismo entrenamiento no va a hacer que los resultados sean mejores. Al contrario, estarás sobreentrenando y solo conseguirás cansarte más de la cuenta, descuidar la técnica y no realizar el ejercicio del todo bien debido al cansancio. Recuerda que los abdominales sirven para reforzar la zona, no para quemar grasa, por lo que por muchos que hagas la barriguita seguirá ahí. Hay que quitarla a base de cardio o de sesiones de HIIT.

Ir demasiado rápido

Hacer abdominales a mayor velocidad no va a hacer que tu six-pack quede antes al descubierto. Al contrario, esto puede ser contraproducente, ya que no los trabajarás de la misma manera. El recorrido debe ser pausado tanto al subir como al bajar, de forma que los abdominales trabajen correctamente.

Forzar el cuello y despegar la espalda del suelo

Subir haciendo fuerza con la cabeza en lugar de con el tronco es uno de los principales errores que cometen muchos principiantes. Se trata de que en este ejercicio la fuerza la hagas con la zona abdominal y en ningún caso con la espalda o cuello.

Hay gente que se pone las manos tras la nuca pero, en lugar de utilizarlas como un simple apoyo para el cuello, lo que hacen es empujar, algo que no es correcto. Elevar demasiado el tronco, llegando a tocar las rodillas y despegando por completo la espalda del suelo es otro de los errores en la técnica en el que no debes caer. Es suficiente con despegar los hombros solo unos diez centímetros del suelo.

Revisa tu técnica a partir de ahora cuando te ponga con tus series de abdominales y flexiones. Ya sabes que es mejor que te tomes tu tiempo y que, aunque hagas menos repeticiones, estas sean efectivas y estén bien hechas. ¡Evita estos errores y notarás una evolución física mucho antes!

 

Fuente: Correr Y Fitness

Entre las pesas y máquinas del gimnasio a veces uno puede llegar a sentirse muy solo. Fantaseas con lo a gusto que entrenarías acompañado de alguien. Pero cuidado: un compañero de gimnasio puede ser una gran ayuda de cara a motivarte y alcanzar objetivos… o puede ser todo lo contrario si no se trata de la persona adecuada. Te contamos los motivos por los que -modificamos un momentito el refrán- más vale entrenar solo que mal acompañado.

Las comparaciones son odiosas

Que tu compañero de entrenamiento traiga ya un cuerpo escultural de fábrica puede ser un inconveniente porque, inevitablemente, te vas a comparar y puede que te frustres al ver que ese nivel de buenorrismo no se consigue con dos días de pesas.

Ya sabes lo que pasa cuando ves el físico de esos chicos de los anuncios de perfume: te comes una ensalada, sales a darle cuatro vueltas corriendo a la manzana y te desesperas al ver que tus abdominales no aparecen.

No te frustrarás al ver que él levanta más peso que tú

Si tienes que elegir entre ir al gimnasio con tu vecino el culturista o entrenar tú solo, escoge lo segundo. Aunque él sería de gran ayuda resolviendo tus dudas con los diferentes ejercicios y corrigiéndote la técnica cuando fuese necesario, lo cierto es que darle caña a las pesas con alguien que levanta muchos más kilos que tú puede desmotivarte sobre todo al principio.

Podrás centrarte solo en ti y en tus objetivos

Cuando entrenas con alguien tienes que estar pendiente de echarle una mano. Aguantarle la barra, colocarle esas pesadas mancuernas al inicio, ayudarle con la última repetición antes del fallo muscular…

En definitiva, si tienes una pareja de gimnasio a la que tienes que prestar demasiada atención, estarás descuidando tu propio entrenamiento. Además, perderás tiempo si hacéis el mismo plan y tienes que esperar a que acabe sus series para seguir tú con las tuyas.

Te concentrarás en lo que estás haciendo y no te distraerás hablando

Muchas veces se agradece un poco de entretenimiento entre serie y serie de ejercicio. Sin embargo, ya has visto muchas veces cómo algunos chicos y chicas que van al gimnasio con amigos y conocidos acaban distrayéndose con conversaciones que se alargan. Esto hace que estiren los tiempos de descanso y, al final, el entrenamiento no tenga el ritmo adecuado y por tanto no sea efectivo.

No te verás condicionado cuando quieres hacer un ejercicio más pero tu compañero no

De vez en cuando uno acaba su entrenamiento del día pero aún le queda energía y decide hacer algún ejercicio extra. ¡Genial, hay que aprovechar! Cuando vas solo al gimnasio puedes permitirte hacer lo que te dé la gana en este sentido.

Sin embargo, si entrenas con alguien tendrás que contar con esa persona para quedarte más rato y puede que te arrastre hasta la casilla de salida si no le apetece mover ni una pesa más o tiene prisa.

Podrás escuchar música que te motivará mucho más que sus historias del Tinder

Si escuchar las aventuras en Tinder de tu compañero de gimnasio te cansa más que una sesión de HIIT, es que necesitas entrenar tú solo. Sus anécdotas amatorias tenían su gracia en su momento, pero, sinceramente, y aunque te alegras de su alocada vida sexual, prefieres entrenar al ritmo de la música. Los éxitos dance sonando en tus oídos te motivan mucho más que las andaduras erótico-festivas de tu compañero.

No tendrás que soportar consejos de ‘cuñao’

Quien mejor conoce tu cuerpo eres tú y en todo caso los monitores y expertos. Los típicos comentarios cuñadiles de tu compañero de gimnasio sobre lo que debes o no debes hacer no te hacen ninguna gracia, sobre todo porque no tiene ni idea. Él se siente Wikipedia, cree que lo sabe todo, pero en realidad poco te puede aportar a la hora de entrenar. No dejes que te desmotive. Hazle la cobra y entrena tú solo.

No se trata de que hagas un casting, pero a partir de ahora, antes de proponer a alguien eso de ir juntos al gimnasio ten en cuenta si de verdad esa persona te conviene. Si a la hora de ligar no te vas con cualquiera, ¿por qué vas a hacerlo cuando la cosa va de entrenar?

Fuente: correryfitness

Adele es una mujer común y corriente en el gym

Mientras que Beyoncé se encarga de dibujar un mundo ideal en el que ejercitarse no representa ningún sacrificio, Adele confirma que el entrenamiento no es precisamente un sueño.

Hace algún tiempo, la intérprete de Hello llevó a su cuenta de Instagram una imagen en la demostraba que a pesar de ser una súperestrella, en el gimnasio era tan normal como cualquiera de nosotros y sufría de la misma manera ante las repeticiones que buscan eliminar las calorías.

Pues, eso parece no haber cambiado…

Una vez más Adele llevó a su perfil una muestra de cómo enfrenta el entrenamiento físico. En esta nueva foto -también en blanco y negro- la británica aparece junto a su coach con dos pesas en las manos y con una expresión en su rostro que claramente nos dice «quiero estar estar haciendo cualquier cosa ante esto».

La rutina parece haberla dejado sin palabras, ya que únicamente usó «Toronto, ON / Oct 4» para titular.

Fue precisamente durante su reciente presentación en la ciudad canadiense que Adele causó revuelo con una foto.En medio del show, la artista invitó al escenario a una pareja de padres gays que se encontraban con su pequeño hijo Jackson, a quien le dio el micrófono para retratarse en una genial selfie.

Por cosas como estas es que amamos a Adele.

 

 

Fuente:E!