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La diversidad cultural ecuatoriana se ha convertido en fuente de inspiración para los involucrados en la moda. Esta industria apuesta cada vez más por la versatilidad y sofisticación del estilo autóctono.

La moda étnica expresa de alguna forma las costumbres y gustos de diferentes grupos sociales; su influencia, en los últimos años, ha generado autonomía cultural a las etnias indígenas, montuvias y afroecuatorianas del país.

Fusión de la moda moderna con la ancestral

La propuesta de lo autóctono en nuestro país utiliza la moda como una plataforma de difusión del arte popular, no solo como medio de expresión, sino también como una actividad económica rentable hecha con calidad y que genera en los clientes apetito por prendas y productos llenos de exclusividad.

Esta tendencia conocida como étnica – chic adopta lo mejor de cada cultura a través de una fusión de colores, texturas, combinaciones de estampados y exceso de accesorios, creando de esta forma un toque original y excéntrico a cualquier look.

Ecuador, por ser un país multicultural, ofrece una gran diversidad de diseños,  tejidos elaborados con materiales como nailon, hilos, seda y algodón. Por ejemplo, la cultura inca se ha destacado desde la antigüedad a través de sus prendas con motivos geométricos y un sin fin de símbolos como cruces, estrellas y rombos que predominan hasta la actualidad.

Otra de las culturas de gran influencia en nuestro país es la shuar. Sus habitantes se encuentran en la selva amazónica, en áreas fronterizas entre Ecuador y Perú; tradicionalmente, utilizan para su vestimenta una especie de lienzo de líneas verticales de colores morado, rojo, negro y blanco, que acompañan con artesanías como collares y aretes elaborados a base de semillas y plumas.

Debemos destacar también la calidad de los artículos de alta calidad, elaborados con cuero y paja toquilla, que han permitido a nuestros diseñadores abrir camino en otros continentes.

La macana, símbolo de arte, pensamiento y trabajo

En mi nueva colección destaco la riqueza cultural, la creatividad y la mano de obra que tiene Ecuador. A lo largo de varios meses, he recorrido algunos sectores artesanales y escogí a la macana como material de temporada. Su textura y fino acabado me permitieron lograr un contraste perfecto con el cuero, que es el material principal que define mi marca Ovra Handmade.

Los artesanos del cantón Gualaceo, provincia de Azuay, han heredado la técnica de la macana o ikat, una terminología del idioma malayo, hablado principalmente en el sudeste de Asia. Su significado es ‘atar’ o ‘anudar’. La técnica ancestral, elaborada por distintos tipos de hilos y colorantes vegetales, fue declarada como Patrimonio Cultural del Ecuador el pasado 24 de junio del 2015. La confección de esta artesanía requiere la utilización de bordados realizados a mano, en los que predominan las rayas, ornamentos, flores y figuras geométricas.

Este tejido data de la mitad del siglo XVII y sigue siendo una característica importante en lo que respecta a la vestimenta de esta región. Brinda abrigo y tiene la peculiaridad de ser vista como diferenciadora del estatus social de quien la porta: entre más laborioso el estilo de la macana, mayor prestigio tiene la persona.

La sublimidad de esta artesanía y la forma meticulosa de la mano de obra para su confección, fueron las características que me impactaron en el momento de elegir el material con el que iba a trabajar mi línea, logrando darle una forma innovadora al sacarla de su tradicional uso como vestimenta para crear distintos accesorios y complementos que he plasmado en mis bolsos y carteras de mano.

Esta es una muestra de que los diseñadores tenemos un extenso campo artístico, gracias a la diversidad autóctona, que nos permite llegar a un nivel muy alto y novedoso a través de nuestras creaciones para ofrecer al consumidor artículos de alta calidad y autenticidad.

 

Fuente: Revista Mariela

La historia de Bryce Swartz ha inspirado a muchos de sus compañeros. Se trata de un adolescente de 20 años que nació con espina bífida severa y con el cuerpo de pecho para abajo inmovilizado y que en su acto de graduación consiguió caminar para recoger su diploma. Con tan solo 20 años, Bryce se ha enfrentado a docenas de operaciones pero, aún así, recibió el premio al ‘Estudiante más valiente’.

Según explica Fox8, cuando Bryce nació, los doctores pensaban que no sobreviviría 18 meses. Pero lo cierto es que consiguió dejarlos en evidencia poniéndose en pie y caminando durante el acto de graduación del Instituto de Norton (EEUU).

El joven estuvo entrenando y practicando durante un año con su asistente de fisioterapia, Turranna Rice, en el Hospital Infantil Akron. «Bryce es uno de los niños más dulces con los que puedas trabajar», expresa Rice. «No le importa lo que puedas pedirle que haga».

El joven tuvo que ayudarse de un equipo de bastones que le proporcionaron para conseguir impulsarse, lo cual requiere un gran esfuerzo, resistencia y enfoque mental.

Antes del acto de graduación, practicó junto a Rice una vez más, lo que le ayudó a caminar sin problema en el escenario, donde su padre, el cual es un profesor del instituto, esperaba a su hijo con el diploma. Mientras sus compañeros le aplaudían, Bryce les regaló una de sus mayores sonrisas, esperando que sus esfuerzos inspiren a otros a tomar el primer paso para poder cumplir sus sueños.

«Donde hay voluntad, hay un camino», añade Bryce.

Fuente: Antena3