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Cuando hablamos de buena salud oral siempre nos enfocamos en los dientes y el cepillado correcto, muy pocas personas le ofrecen a su lengua la limpieza correcta.

Una lengua sin aseo diario con un limpiador se torna de un color blanquecino.

El odontólogo y rehabilitador oral especializado en Chile, Marcelo Larco Moncayo explica que esa capa blanca de seborrea que está sobre la lengua hace de colchón para que, a los cinco minutos de lavados los dientes, se genere la placa bacteriana, sarro y tártaro.

El especialista en diseño de sonrisa menciona que si no tienes un raspador de lengua puedes realizar lo siguiente:

Toma un cuchillo de mesa y con el lado sin filo raspa la lengua hacia el exterior.

Así saldrá el sarro acumulado a manera de una lama blanca. “De esta manera, la lengua queda totalmente rosada, uno come y siente mejor los sabores”, dijo.

Larco aseguró que un rosado pálido es el tono natural de una lengua sana y limpia. “Esa capa blanca que se forma es una alfombra que tapiza las papilas gustativas y que nos impide percibir el sabor correcto de la comida”. Cuando hacemos esta limpieza minuciosa empezaremos a percibir mejor los sabores y hasta los olores.

Señales de enfermedad

La lengua es el reflejo de la salud. Desde hace cientos de años, los médicos ayurvédicos examinan la lengua de sus pacientes para determinar si sufren de alguna dolencia. Tu lengua está saludable si es suave, flexible, sin grietas y se mantiene ligeramente húmeda, es decir, no produce más o menos saliva de la necesaria. La lengua saludable es la de color rosado. Si es de un tono rojizo oscuro, indica que hay inflamación en el cuerpo y hasta puede ser una señal de un tipo de cáncer. Si la lengua es amarronada o decolorada es porque se fuma mucho. Si está pálida quiere decir que nos faltan nutrientes y los niveles de hemoglobina en sangre son bajos. Si la película blanca es muy gruesa puede ser por hongos (candidiasis) o secreción desequilibrada de bilis hepática.

 

Fuente: Diario El Universo