Cargando
.

Lee la revista aquí

Son días emotivos para la ex chica Disney.

 Demi Lovato no pudo evitar llorar sobre el escenario en un concierto reciente, mientras celebraba junto a sus fans su sexto aniversario de sobriedad.

La cantante de 25 años ha hablado abiertamente sobre sus batallas con la adicción al alcohol y a las drogas, el desorden bipolar, desórdenes alimenticios y auto-mutilaciones.

En su concierto en el Barclays Center de Brooklyn realizado el pasado viernes, sus teloneros DJ Khaled y Kehlani homenajearon a Lovato en el escenario y celebraron su «cumpleaños» de sobriedad con ella, mientras la estrella se limpiaba las lágrimas. DJ Khaled encabezó el Feliz Cumpleañosjunto al público.

«Ayer fue un gran día para mí», le dijo Lovato a su audiencia de manera emotiva. «Ayer hace seis años estaba tomando vodka de una botella de Sprite a las nueve de la mañana, después de vomitar en el auto. Recuerdo haber pensado, ‘Esto ya no es lindo. Esto ya no es divertido. Ahora me parezco a mi padre».

 

DJ Khaled and Kehlani congratulating Demi Lovato for being 6 years sober at Barclays Center in Brooklyn, NY – March 16th #TMYLMTourBrooklyn pic.twitter.com/3MmNmrcQ9I

— Demi Lovato News (@justcatchmedemi) 17 de marzo de 2018

 

 

Luego la cantante dijo que decidió dejar el alcohol.

«Así que hice cambios en mi vida», dijo. «La razón por la que fui tan abierta con mi historia es porque sé que hay gente esta noche que necesita pedir ayuda y quiero que sepan que eso está bien. La salud mental es algo sobre lo que todos necesitamos hablar para quitarle el estigma que tiene. Así que difundamos este asunto. Que todos sepan que está bien tener problemas mentales y problemas de adicción. Soy bipolar. Me cuido a mí misma».

«Nunca podré darles las suficientes gracias por el apoyo que me han dado a lo largo de los años», dijo. «Me han perdonado por mis errores. Así que gracias por ser parte de haber salvado mi vida. Los amo chicos».

En enero, Lovato anunció que sus conciertos serán precedidos por discursos motivacionales, terapias grupales y talleres de bienestar del CAST Centers para promover el diálogo sobre la salud mental. Lovato fue alumna y ahora es dueña en parte del centro de tratamiento con base en Los Ángeles, enfocado en salud y bienestar. Fue paciente durante el 2011. También ofreció estos servicios durante la gira que hizo con Nick Jonas en 2016.

 

 

 

 

 

Fuente: E-News!

 

La noche de los BRIT Awards 2018 estuvo más nostálgica que nunca.

Los BRIT Awards 2018 fueron de muchas sorpresas para los fans de One Direction.

La primera buena y grata noticia es que Liam Payne y Cheryl Colellegaron juntos, de la mano y más enamorados que nunca, lo cual tira por completo todos los rumores que señalaban su separación. La segunda (y quizás mejor novedad) fue el reencuentro más inesperado de 1D. Sí señores, Liam Payne y Niall Horan volvieron a reencontrarse.

A través de Instagram Stories, Payne compartió este nostálgico momento con un «Qué grata sorpresa al final de mi noche».

Awww… ¡Tiernos!

Liam Payne, Niall Horan

Instagram.com/liampayne

La última vez que los caminos de Niall y Liam se cruzaron fue hace algunos meses, en en el backstage de Jingle Ball 2017 de KIIS-FM en Los Ángeles… ¿Cuándo será el día que veamos al resto de los 1D?

 

 

 

 

Fuente: E-News!

“Yo no voy al cine a sufrir” es un lema bajo el que mucha gente se rige y prefiere ver solo películas de superhéroes, Tom Cruise y, si eso, alguna comedia (pero no romántica, porque siempre tendrán alguna lágrima escondida). Es una pena, porque así se dejan fuera todo un rango de emociones que está bien vivir de vez en cuando. ¿O las que vemos tantas películas tristes, dramones insospechados, las que vimos 20 veces Leyendas de pasión y seguimos llorando igual, somos unas masoquistas emocionales?

¿Qué nos pasa, doctor, es normal que lloremos con E.T. igual que con El diario de Noa y salga una lágrima automática solo al pensar en Mi chica? Tranquilidad, hasta que alguien descubra lo contrario, la ciencia no solo dice que es normal que nos sintamos atraídas por películas tristes, sino que, además, es recomendable ver a Jack hundirse en el océano helado de vez en cuando. ¿Por qué?

Por comparación

Cuando vemos a Ryan Gosling y Michelle Williams pasar por todas las etapas de una relación abocada al fin, podemos llorar, podemos sentir una tristeza profunda, pero es una “tristeza segura”. Una de las razones por la que nos guste tragarnos una hora y media de drama es porque las usamos como espejos terapéuticos. Vemos nuestras vidas en ellos y nos damos cuenta de que no son tan terribles como lo que los protagonistas del filme están pasando.

Además, según un estudio que hicieron alrededor de la película Expiación, las emociones negativas nos invitan a ser más críticos y reflexivos sobre nuestra propia vida. Mientras una comedia romántica nos aligera la mente y deja por unos segundos pensados qué happy es el mundo, ver una tragedia nos hará pensar en nuestro alrededor. Por eso también es muy recomendable ver dramas sociales (empieza por la filmografía de Ken Loach, por ejemplo).

Por química y empatía

El último estudio que ha investigado nuestra tendencia hacia las películas tristes lo realizó la universidad de Oxford el pasado otoño y llegaron a la conclusión de que ver dramas nos hacía sentir mejor y tenía las mismas consecuencias positivas en nosotros que ver una comedia o trabajar en equipo.

Cuando ves el principio de Up, tu cerebro genera más endorfinas, aumenta tu tolerancia al dolor y genera un sentimiento de unión colectiva. Si ves uno de estos dramas en el cine, en seguida te das cuenta de que no eres la única sacando el kleenex del bolso y eso provoca un bonito sentimiento de conexión con otros. (Y, por eso, hay que ver más películas en las salas de cine).

Por catarsis 

Dicen que cuanto más civilizados, menos lloramos. Cuanto más adultos somos, menos lloramos. Los hombres, por estos estereotipos de género inventados e impuestos, lloran menos. Llorar es sinónimo de debilidad, dicen los que no lloran suficiente. Pero lo que no saben es que llorar es bueno.

No solo hay que llorar por tristeza infinita, también por necesidad de soltar y soltar. Una buena llorera puede dejarte mucho más tranquila y a gusto. Y las películas nos ayudan a soltarlo, pueden ayudar a vivir una catarsis personal y respirar tranquilo. Las vemos por la misma razón que escuchamos canciones tristes después de una ruptura porque nos acompañan en nuestro viaje emocional y nos dirigen hacia una salida: cuanto antes lo sueltes, antes pasará.

Fuente: Glamour