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Manuel El Loco Valdés salió bien y está fuera de peligro tras la operación a la que fue sometido hoy para retirarle un tumor que tenía en la frente.

El actor de 86 años, quien permanece en al área de terapia intensiva, aún le falta someterse a otra intervención quirúrgica, según precisaron sus familiares.

El comediante se someterá a exámenes médicos para verificar que el cáncer no se haya extendido y se cree que su recuperación tardará al menos un mes antes de que pueda volver a sus actividades profesionales.

Según destacaron sus familiares, El Loco Valdés ya despertó de la anestesia y se preparará para una segunda intervención donde se le colocará un “parche” en la cabeza.

 

Fuente: La Botana

Kelly Rose, una mujer de Texas, ha alertado a través de una publicación en su muro de Facebook de los peligros del nuevo juguete de moda entre los adolescentes: el Fidget Spinner.

El Fidget Spinner es un juguete que ha aparecido en los últimos meses y que todos los niños tienen. De múltiples formas y colores, el aparato da vueltas y sirve para hacer trucos y aunque no tiene muchos usos, ha sido todo un éxito.

Rose ha explicado que estaba conduciendo de camino a casa después de recoger a su hija Britton de un concurso de natación, cuando escuchó un ruido extraño que provenía de los asientos traseros.

«Miré a través del espejo y vi su cara poniéndose roja y que de su boca salía saliva, además la niña hacía ruidos pero parecía estar en estado de pánico, así que tuve que parar inmediatamente», relata la madre, que explica que su hija señaló a su garganta tratando de explicarle que se había tragado algo. Al parecer la niña se puso parte del juguete en la boca para limpiarlo y de alguna manera se lo tragó.

La madre, angustiada, trató de recibir ayuda médica rápidamente, pero los doctores no eran capaces de identificar dónde estaba el extraño objeto que la niña se había tragado. La pequeña fue trasladada al Hospital Infantil de Texas para que le realizaran una radiografía que mostró el juguete alojado en su esófago.

«El médico estaba fascinado. Esa misma mañana se acababa de enterar de lo que era el Fidget Spinner al ir al centro comercial con su hijo, por lo que fue una sorpresa cuando se enfrentó a un caso relacionado una hora más tarde», dice Kelly Rose en su publicación.

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Tras varios intentos para salvar a la niña, tuvo que ser trasladada al quirófano para que le realizaran una endoscopia y poder retirarle el juguete. «Afortunadamente tuvimos un resultado positivo, pero fue un gran susto», explica la madre, que finaliza advirtiendo a los padres de los peligros de este juguete.

 

Fuente: Antena 3

Un grupo de científicos de la Universidad de Monash cuestionaron la idea de que beber, como mínimo, ocho vasos de agua al día sea saludable.

En un estudio publicado en la revista oficial de la Academia Nacional de Ciencias de EEUU, los investigadores analizaron con una resonancia magnética los procesos que surgen en el cerebro cuando se bebe agua aunque no haya ganas de hacerlo.

De esa forma, comprobaron que el cerebro activa un mecanismo denominado «inhibición de ingesta», que sirve para proteger el cuerpo de la hiperhidratación, que puede causar una intoxicación potencialmente peligrosa para la salud.

«Si simplemente hacemos lo que nuestro cuerpo nos exige, probablemente lo haremos bien. Tenemos que beber según la sed que tengamos, en lugar de hacerlo por un calendario elaborado», explicó Michael Farrell, uno de los autores del estudio.

Los investigadores pidieron a los participantes que calificaran el esfuerzo requerido para beber agua bajo dos condiciones: la primera, cuando tenían sed, y la segunda, siguiendo la regla de los 8 vasos diarios. Los participantes tardaron tres veces más de tiempo en tomar agua cuando se sentían saciados que aquellos que bebían cuando realmente tenían sed, lo que significa que al ingerir agua en exceso, el cuerpo se resiste.

Beber más agua de la que el cuerpo necesita puede ser mortal al provocar hiponatremia, un trastorno hidroelectrolítico que se caracteriza por una concentración de sodio en sangre demasiado baja. Un proceso que causa desde letargo y náuseas hasta convulsiones e incluso el coma, según los investigadores.

«Ha habido casos en los que atletas de maratones recibieron instrucciones para beber mucha agua y murieron en determinadas circunstancias, ya que ciegamente siguieron esas recomendaciones y bebieron muy por encima de lo que necesitaban», concluyó el investigador.

Fuente: infobae