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El término top model comenzó a utilizarse en los años 80 para designar a la élite más cotizada por marcas y diseñadores de renombre mundial. A partir de entonces, las mejores modelos continuaron conformando un grupo reducido y selecto, indispensable para el lanzamiento de las colecciones de los diseñadores más posicionados y como imagen de las empresas más prestigiosas. Te presentamos algunas de las que iniciaron la gran dinastía de las top. ¿Las recuerdas?

Cindy Crawford (50)

Es la supermodelo más sexy de los 80, con su supersexy lunar junto a la boca. Fue la primera top que posó desnuda para la revista Playboy. Además, ha aparecido en la portada de más de seiscientas magazines, incluyendo Vogue, W, People, Harper’s Bazaar, Elle y Allure.

 

Naomi Campbell (46)

Destacada modelo de pasarela y publicidad impresa desde finales de los 80. Fue la primera mujer negra que apareció en la portada de la revista Vogue. También posó desnuda para la Playboy. Es conocida como la Diosa de Ébano.

 

Claudia Schiffer (45)

Empezó a trabajar como modelo luego de ser descubierta por un agente en un club nocturno en Düsseldorf. Semanas más tarde, apareció en Elle y en corto tiempo modeló para Chanel. A principios de los 90, posó para anuncios de Guess.

 

Linda Evangelista (51)

Su carrera inició cuando fue contratada por la agencia de modelos Elite. Es conocida como La Camaleona, por sus frecuentes cambios de peinado, corte y color de cabello, pero hoy en día su transformación más drástica es su inusitado aumento de peso.

Christy Turlington (47)

Ha tenido numerosos contratos de millones de dólares trabajando para Maybelline, Chanel y Calvin Klein, sin embargo, ha rechazado la etiqueta de supermodelo. Es conocida en la industria de la moda como una de las más amistosas.

 

Elle Macpherson (52)

Fue descubierta y contratada por la agencia Click. Llegó a ser reconocida internacionalmente por su aparición en Elle, durante seis años. En 1986, su popularidad la llevó a la portada de la revista Time, bajo el título La Gran Elle.

 

Fuente: Revista Mariela