Vilafranca del Penedés se ha convertido en un referente turístico gracias a sus atractivas propuestas. Pionero en turismo familiar, de negocios o aventura, es mundialmente conocido por ser ‘la capital del vino’, ya que aquí se encuentra el cultivo de vid más antiguo de Cataluña.
Y ahora, el Penedès da un nuevo impulso al enoturismo, siendo pionero de nuevo, con una nueva iniciativa: la Carretera del Vino. Inspirada en las famosas wine roads de California y de Nueva Zelanda, dos referentes mundiales en este sector, la Carretera del Vino del Penedès une en 35 kilómetros, trece bodegas de siete municipios del Penedès y del Garraf, desde Sant Martí Sarroca hasta Sitges.
Una ruta con patrimonio histórico y cultural al que hay que añadir un aliciente: el premio de una o dos cajas de 6 botellas, una por cada bodega visitada, según se complete en el plazo de un año la mitad o todo el Pasaporte que puede adquirirse en cualquiera de sus trece empresas asociadas. ¿Nos tomamos un vino?
El Penedès es la comarca vitivinícola barcelonesa con la Ruta del Vino más visitada de España. Y con esta iniciativa, La Carretera del Vino, recupera el antiguo trazado comercial que unía el interior del Penedès con la costa mediterránea, una ruta que ya utilizaban los romanos para hacer llegar al mundo los vinos que elaboraban en este territorio.
De este milenario trazado surge la primera wine road española. Un recorrido de 35 kilómetros, que comienza en Sant Martí Sarroca y que pasa por Pacs del Penedès, Vilafranca del Penedès, Olèrdola, Canyelles, Sant Pere de Ribes y Sitges, final de trayecto. Aunque por supuesto, también se puede hacer a la inversa.
La Carretera del Vino integra trece bodegas constituidas en asociación: Mas Bertran Viticultors, Rovellats, Parés Baltà, Colet, Bodegas Torres, Heretat MasTinell, Pinord, Torreblanca, Finca Viladellops, La Xarmada, Torre del Veguer, Hospital de Sitges y Puig Batet.
Una asociación que nació con la voluntad de impulsar actividades de manera conjunta, contribuyendo así al crecimiento del turismo al tiempo y con la idea de proteger el territorio para preservar su belleza paisajística y su valor histórico.
La Carretera del Vino se inspira en las wine roads más famosas del mundo, como las de California o Nueva Zelanda, pero mostrando una historia que se remonta al transporte del vino y del aceite desde las épocas ibéricas y romanas. Algo de lo que no pueden presumir en otros continentes.
La ruta integra también numerosos recursos de especial interés histórico y arquitectónico, ya sean vestigios ibéricos, castillos o casas modernistas. Y todo ello, acompañado de una variada oferta gastronómica y de alojamientos de referencia. Bien en Sitges, una de las localidades más conocidas de la costa barcelonesa, o en los acogedores hoteles rurales de las poblaciones del interior
La ruta puede hacerse en coche, en bicicleta o incluso a pie y en su web, www.lacarreteradelvi.com, ponen a tu disposición una aplicación gratuita para móviles y tabletas Android y iOs con servicios de geolocalización y guía para realizar el trazado. A través de la App también se pueden seleccionar diversos tramos y se indican las bodegas, los puntos de interés, los restaurantes y los alojamientos cercanos para que puedas confeccionar tu propia escapada enoturística.
Y una cosa más. Junto a esta iniciativa se ha puesto a la venta un Pasaporte, que puede adquirir en cualquiera de las bodegas de la ruta al precio de 3€. La visita a seis de ellas durante un año tendrá como premio una caja con seis botellas, una por cada bodega visitada, siempre que lleves el sello correspondiente de al menos seis bodegas.
Si completas toda la ruta, te entregarán otra caja con las botellas correspondientes.
Sin duda, la mejor de saborear todos los matices de cada una de las trece bodegas que configuran la Carretera del Vino del Penedès.
Fuente: ViajesTIC