Existen madres de muchos tipos: madres protectoras, consejeras, permisivas, ‘preocuponas’, exigentes… Las hay blandas y también cariñosas, o las llamadas ‘madres besuconas’.
Estas últimas (las madres ‘besuconas’) son muy criticadas. A muchos les empalaga el hecho de que estén todo el día encima de sus hijos. Sin embargo, los expertos recalcan los beneficios de ser una madre cariñosa (que no es lo mismo que permisiva). Aquí los tienes.
7 beneficios de ser una madre cariñosa
A menudo con las prisas y el estrés del día a día, se nos olvida lo más importante: querer. Es más: demostrar que se quiere. Un abrazo y un beso diario a nuestros hijos debería ser tan importante como un buen desayuno. ¿O no? Los psicólogos defienden la importancia de demostrar cariño a los hijos y recuerdan que el cariño nunca malcría, sino la falta de límites y disciplina. Las madres cariñosas consiguen:
1. Fortalece el vínculo con sus hijos: Nada como el cariño para fortalecer el vínculo entre madres e hijos. Existirá mayor confianza del niño hacia sus padres, lo que beneficia la educación. Un niño que confía en sus padres será más obediente y acatará las normas y los límites con menos problemas.
2. Mejora la autoestima de sus hijos: Un niño que se siente querido y amado constantemente, se siente más seguro. Nunca se puede dar exceso de cariño. Lo que realmente hace a un niño prepotente y con la autoestima demasiado alta es la falta de límites.
3. El niño se siente protegido: El cariño de la madre hace que su hijo se sienta realmente protegido frente a las adversidades. Eso le da fuerza y aumenta su autoestima. ¿Qué adulto no se siente indestructible cuando está enamorado? Un niño, al sentirse realmente querido, siente que tiene más fuerza para enfrentarse a los obstáculos que puedan a parecer a lo largo de su camino.
4. Mejora la comunicación: Un niño que se siente querido no tiene problemas a la hora de hablar con su madre de cualquier tema. Beneficia y mejora la comunicación y esto repercute positivamente en su educación.
5. Le ayuda a ser más extrovertido: Las madres cariñosas consiguen que su hijo venza el miedo y la timidez a la hora de relacionarse con los demás. Está demostrado que los niños más extrovertidos y con menos miedo al rechazo son aquellos en cuyos hogares hay constantes muestras de cariño.
6. Mejora su inteligencia emocional: ¿Quién es más inteligente, el niño que saca buenas notas o el que es capaz de manejar sus emociones y utilizarlas a su favor? La inteligencia emocional hace a un niño feliz. La otra inteligencia simplemente le hace tener un buen currículum. Una madre cariñosa ayuda a su hijo a gestionar mejor sus emociones y a tolerar mejor la frustración.
7. Serán cariñosos con los demás: Las madres cariñosas conseguirán que sus hijos sean más empáticos con los demás y muestren más cariño y comprensión por sus compañeros. Tendrán menos problemas a la hora de expresar sus emociones.
Fuente: Guia Infantil