Todo marchaba con normalidad, Fernández, enfundado en su traje de charro, cantaba a todo pulmón el tema Ella. El público coreaba junto a él y uno de los asistentes le ofreció una bebida. El cantante, sin dudarlo dos veces, le pegó un trago y de pronto, mientras entonaba “Yo sentí que mi vida se perdía en un abismo”, dejó de cantar y el público tomó el relevo. Es entonces cuando Fernández comienza a sentir náuseas. Se limpia el sudor con su brazo, invita a sus seguidores a seguir cantando y se gira hacia donde están sus músicos cuando ya no puede contener las arcadas. Todo el momento quedó registrado en los móviles de sus fans.
En unas horas des pués del incidente, Alejandro en su cuenta de twitter, respondió:
En uno de los vídeos colgados en YouTube, que se ha reproducido más de 8.000 veces, se ve cómo un asistente del intérprete de Hoy tengo ganas de ti le da rápidamente una servilleta para que se limpie la boca. Según los medios mexicanos, después del primer incidente Fernández tuvo que abandonar unos minutos el escenario para vomitar y, cuando volvió, visiblemente ebrio, pidió disculpas diciendo que el tequila “estaba muy fuerte”.
A pesar del inconveniente, el hijo de Vicente Fernández continuó con el concierto, aunque se le olvidó en varias ocasiones la letra de sus canciones. Algunos de los asistentes usaron las redes sociales para evidenciar que el cantante se encontraba en evidente estado de embriaguez durante su espectáculo. “Alejandro Fernández se presenta ebrio en el palenque, olvida letra de la canción, saca un sapito, pésimo audio, interrumpe canción por ganas de vomitar y sale su otro yo. Hasta aquí mi reporte Joaquín jajaja”, escribe uno de los asistentes. Y otro escribió: “Que buena guacara la de Alejandro Fernández en el palenque de Puebla”.
Esta no es el primer escándalo de El Potrillo. Uno de los últimos ocurrió en agosto pasado cuando se fue de fiesta a Las Vegas, «y se puso buena», que remataría él. El cantante se hizo una foto sin camiseta y con el pelo alocado y en evidente estado de ebriedad. La imagen se viralizó, incluso se hicieron piñatas con su aspecto. Tras el escándalo, Fernández explicó: “Sí, me fui de fiesta. Sí, bebí para celebrar. Y sí, dejé que me retrataran de manera ridícula en el proceso. Estaba en Las Vegas, estaba en una despedida de soltero, no íbamos a estar tomando malteadas», explicó. Y remató: «Me llevo un gran aprendizaje de esta situación y espero que lo que me está tocando vivir también les ayude a ustedes a reflexionar».
Fuente: El País