Sí, porque, al final, somos lo que comemos, y todo lo que ingerimos influye de una manera u otra en nuestro organismo. Las cenas son una parte importante de nuestra dieta y, aunque lo recomendable es ingerir los últimos alimentos del día al menos dos horas antes de irnos a la cama, muchas veces nos pasamos por alto esta recomendación y cenamos lo primero que pillemos en la nevera. Craso error.
Los nutrientes que tomamos a última hora del día son los que van a determinar cómo vamos a dormir esa noche. La culpa de todo la tienen los triptófanos, un aminoácido que es un constituyente esencial de las proteínas, y que está presente en multitud de alimentos.
La cantidad de triptófanos que tomes te podrían ayudar a dormir mejor, según un antiguo estudio, puesto que una vez ingeridos y metabolizados, estos se convierten en dos componentes químicos importantes: melatonina, que regula los ciclos de sueño de tu cuerpo, y serotonina, que produce relajación y esa sensación de sueño.
Ahora bien, a estas alturas del texto te estarás preguntando qué alimentos son los mejores para “inyectar” estos triptófanos en tu organismo y dormir como un bebé, ¿verdad? Allá van unos cuantos
De origen animal
1.- Carne: hablamos de carnes no rojas, como el pollo o el pavo. De hecho, una anécdota: en Estados Unidos es muy común que, después de la cena de Acción de Gracias, donde se come gran cantidad de pavo, el sueño haga efecto rápidamente a los comensales y no se alarguen con eternas sobremesas… (todo ventajas).
2.- Pescado: sobre todo pescado azul como salmón, atún, sardina, caballa, boquerón, salmonete, cazón, pez espada o rodaballo. Lo mejor es prepararlos asados, pues conservan mejor sus propiedades, y consumir, al menos, dos raciones por semana.
3.- Huevos: los huevos son especialmente ricos en triptófano, sobre todo las yemas de los mismos. Tampoco abuses si no quieres que se te descontrole el colesterol.
De origen vegetal
1.- Frutas: algunas frutas tienen más triptófano que otras. Por ejemplo, las más recomendadas son el plátano, rico en potasio también, la piña de temporada, y el kiwi.
2.- Verduras: en el caso de las verduras, el espectro se abre un poco más y nos da más opciones para una buena cena. Por ejemplo, puedes abusar de los berros y de las alcachofas, en todas sus modalidades. También son buenos los espárragos (verdes y blancos) y las espinacas.
3.- Cereales: el maíz de centeno, la avena o el trigo son ricos en triptófano. Recuerda incluir en tu dieta, de manera regular, alimentos de grano entero si lo que quieres es perder peso.
Bonus track
Chocolate: sí, amigos y amigas, en esta despensa de triptófanos que hemos creado también hay espacio para un divino placer: el chocolate. Cuando más negro y más puro sea, mejor. Por un lado porque te aportará más triptófanos, ergo dormirás mejor, y, por el otro, porque te puede ayudar a adelgazar.
Así que, ya sabes, si cuando te vas a la cama y te quedas despierta un buen rato no sabes por qué es, analiza tu nevera y tu dieta. La clave, quizás, está en las cenas que estás haciendo.
Fuente: Correr y Fitness