Hay un debate encendido sobre la importancia del desayuno para el control del peso. En un lado están quienes creen que comer bien en la mañana previene la obesidad y que hay mucho más que una simple asociación entre ambos factores. Pero a ellos se oponen quienes creen que el desayuno es una comida como cualquier otra y no tiene impacto en el aumento de peso. El estudio más reciente en el tema, realizado por investigadores de la Universidad de Loma Linda, en Estados Unidos, se inclina a favor de la primera hipótesis.
En la investigación participaron 50.000 adultos adventistas durante 7 años. Los expertos concluyeron, tras analizar sus hábitos durante ese lapso, que presentaron menor propensión a ganar peso con el tiempo quienes tomaban un buen desayuno, comían luego un almuerzo más pequeño y terminaban el día con una cena ligera o sin comer. Según Hana Kahleova, autora principal del trabajo, esa conclusión revive el viejo dicho de que hay que desayunar como rey, almorzar como príncipe y cenar como mendigo
Fuente: Semana.com