Hay espectadores del Mundial de fútbol de Rusia que no han pasado desapercibidos. Una de ellos es la presidenta croata, Kolinda Grabar-Kitarovic, a quien veremos de nuevo este domingo en la final de su selección contra Francia.
La presidenta croata se ha ganado las simpatías de muchos aficionados del resto del mundo por su pasión futbolera. Voló a Rusia en clase económica, vio desde la grada como cualquier otro aficionado el partido de octavos de final contra Dinamarca, y no se cohibió a la hora de levantarse en el palco para celebrar un gol en cuartos mientras el primer ministro ruso, Dmitri Medvédev, miraba a otro lado.
Grabar-Kitarovic se perdió el partido de semifinales frente a Inglaterra porque debió asistir a la cumbre de la OTAN en Bruselas, pero no perdió la oportunidad para promover a su selección.
En fotos que subió a Twitter aparece regalándole la camisetas a cuadros rojos y blancos de la selección a su homólogo estadounidense Donald Trump y a la primera ministra británica Theresa May. Explicó a la prensa que no pudo ver el partido por la televisión pero que siguió el transcurso durante la cena oficial con los otros líderes de la alianza militar.
«La atmósfera era maravillosa porque todos los aliados estaban animando a todos nosotros. Es bueno de hecho que los cuatro equipos que llegaron a semifinales son de la Alianza», le dijo a la prensa en Bruselas. «(El presidente de Francia Emmanuel) Macron y yo nos pusimos de acuerdo en vernos en Moscú el domingo así que allá estaré animando al equipo».
Grabar-Kitarovic, de 50 años, se convirtió en 2015 en la primera mujer presidenta del país balcánico. Es miembro del partido conservador HDZ (Unión Democrática Croata) que luchó por la independencia del país de la antigua Yugoslavia en 1991.
Croacia consiguió este miércoles el pase para la final por primera vez en su corta historia tras ganar 2-1 a Inglaterra en la prórroga. En el pequeño país balcánico de poco más de cuatro millones de habitantes el éxito de la selección ha sido celebrado con grandes fiestas callejeras.
Otros miembros del gobierno han aparecido vestidos con la camiseta de la selección. El primer ministro, Andrej Plenkovic, ha dicho que los triunfos de la selección son «la mejor promoción posible para el país a nivel global».
Fuente: ElPais