Nuestros dientes marcan nuestra sonrisa, y de su salud y buen estado estético depende que sonriamos en mayor o menor medida a lo largo del día. Un gesto tan natural y expresivo como reís enseñando nuestra dentadura cuando algo nos hace gracia puede ser una pesadilla para algunas personas debido.
Y es que, aparte de tener una buena higiene bucodental diaria y acudir a revisiones periódicas, para cuidar nuestros dientes debemos tener cuidado con los alimentos que consumimos, pues algunos son altamente peligrosos para la salud de estos. Tras diversos estudios y comprobaciones, se ha probado que existe una lista de productos que debemos consumir con moderación, y que los expertos de Clínica Ariño, tu clínica de estética y salud dental avanzadas, nos han dado.
1. Cítricos y alimentos ácidos. Este grupo de alimentos -entre los que encontramos limones, naranjas, pomelos o tomates- pueden ser los causantes de que un tono amarillento aparezca en nuestros dientes. ¿El motivo? Su alto grado de acidez, que puede llegar a erosionar el esmalte y provocar que la dentina, la capa que se encuentra bajo este, quede más expuesta a los ácidos que ingerimos.
2. El vinagre. Un consumo excesivo tanto de vinagre como de todos los alimentos macerados en él que conocemos -pepinillos, ajos, cebollas, zanahorias- puede dañar irrevocablemente el esmalte dental dado su alto contenido ácido.
3. Los frutos secos. Es cierto que proporcionan incontables efectos beneficiosos para nuestra salud, pero su incidencia en nuestra dentadura no es del todo buena. Contienen un alto contenido de azúcar, la cual se adhiere a nuestros dientes con facilidad y puede acabar provocando la aparición de caries.
4. El café. El café contiene taninos (polifenoles ácidos), los cuales provocan manchas en nuestros dientes. También es una bebida muy ácida que altera el equilibrio del pH de nuestra boca, lo que contribuye a que los alimentos ácidos que ingiramos nos afecten en mayor medida.
5. El té. Al igual que el café, el té contiene taninos, por lo que no lograremos librarnos de la aparición de manchas en nuestros dientes aunque lo usemos como sustituto. Para evitar este efecto, te recomendamos añadirle leche, pues contrarrestas los efectos del té a la hora de provocar manchas.
6. Los dulces. ¿Qué podemos añadir? Contienen azúcar y, a medida que las bacterias se van alimento de dichos azúcares, van liberando ácidos que provocan el deterioro de nuestra dentadura. También provocan un oscurecimiento de los dientes, y son los causantes de las caries en la mayoría de los casos. ¡Consúmelos moderadamente!
7. Los refrescos azucarados. Las bebidas azucaradas tienen los mismos efectos que los alimentos azucarados de los que hablábamos anteriormente. También abastecen a las bacterias bucales, con la consecuente segregación de ácidos dañinos para los dientes. Si no puedes resistirte a ellos, intenta apostar por los refrescos light o sin azúcar. ¡Tus dientes lo agradecerán!
8. Arándanos, moras y granadas. Estas frutas contienen muchísimos antioxidantes, algo muy positivo. Pero pueden llegar a provocar manchas en nuestra dentadura al ser ricas en pigmento.
9. El vino tinto. ¿Quién puede resistirse a una tentadora copa de buen vino? Es uno de los responsables de que aparezcan sombras grisáceas en nuestros dientes. Contiene taninos, al igual que el café y el té, pero también combate la aparición de caries. El problema aparece cuando se consume cotidianamente, pues provoca la aparición de manchas grises en nuestra dentadura, las cuales son más difíciles de eliminar que las amarillentas.
10. Vino blanco. Su consumo no provoca unos efectos tan notorios como los del tinto, pero sí hace que nuestros dientes adquieran una apariencia más oscura por culpa de su contenido ácido.
Fuente: Marie-Claire