Un juez ha tenido que intermediar en la batalla legal entre Angelina Jolie y Brad Pitt por la custodia de los seis hijos que comparten tras la demanda de divorcio interpuesta por ella en 2016.

El magistrado ha señalado en un escrito filtrado a los medios que la protagonista de Tomb Raider debe facilitar el acceso de su ex marido a los pequeños porque, de lo contrario, podría perder su custodia.

En su momento, las estrellas de Hollywood anunciaron públicamente el fin de su matrimonio alegando «diferencias irreconciliables», y parece que, a pesar del distanciamiento, los problemas continúan entre ellos.

Así que ambos han tenido que someterse a la vía judicial para establecer la relación del actor con Maddox, Paz, Zahara, Shiloh, Vivienne y Knox -sus seis hijos- y así poder poner fin a la guerra abierta entre los dos actores.

Al parecer, y según apuntan fuentes cercanas al también productor, Pitt estaría muy limitado a la hora de mantener un contacto seguido con los menores. Por eso, y según apunta la revista People, que ha tenido acceso a la documentación del tribunal, la actitud de la actriz podría hacer peligrar la custodia si ella no pone de su parte y mejora la relación con el estadounidense.

«Es crucial que cada uno de los seis niños tenga una relación sana y fuerte con su madre y su padre», remarca el escrito al tiempo que agrega que es «dañino» para los pequeños que la madre ponga restricciones a las relaciones del padre con ellos.

Así que, tal y como se indica en el informe legal, en la época veraniega, Brad Pitt podrá llamar y mandar mensajes de texto a cada uno de sus seis hijos sin la supervisión de Angelina Jolie.

El portal TMZ, que también ha podido ver estos documentos, sostiene que el reconocido actor podrá verlos durante diez días en Londres, cuatro horas al día, durante el mes de junio.

A finales de mes podrá estar con ellos diez horas al día y, en julio, Brad Pitt y sus seis hijos podrán pasar cuatro días consecutivos juntos. Después, y según avanza el mismo medio, todos ellos se trasladarán a Los Ángeles, California, durante una semana, y la madre solo podrá llamar una vez al día.

La única condición que ha puesto el magistrado para que estos encuentros se hagan efectivos en Londres es que, en todo momento, un psicólogo debe estar presente.