Con el baile quemamos calorías, ponemos en forma todos los músculos de nuestro cuerpo, es divertido, relajante y puede ayudarnos de muchas formas.
Memoria. Bailar no solo mejora la gracia corporal, sino también la cerebral. Aumenta la memoria y previene la aparición de demencia cuando envejecemos. El ejercicio aeróbico puede revertir la pérdida de volumen en el hipocampo, la parte del cerebro que controla la memoria y que se encoge con el paso de los años.
Flexibilidad. Esto mejorará el dolor de las articulaciones y los dolores post-ejercicio. No tienes porqué hacer grandes pasos de ballet: unos pocos estiramientos serán más que suficientes.
Estrés. Un estudio realizado por el Journal of Applied Gerontology comprobó que bailar en pareja y seguir el son de la música nos hará sentirnos más relajados.
Corazón. Bailar es una gran actividad para aquellos que están en riesgo de sufrir enfermedades cardiovasculares. Las personas con insuficiencia cardíaca mejoran la salud del corazón, la respiración y la calidad de vida de manera significativa con algo tan simple como bailar el vals.
Energía. Estudios publicados en The Scholarly Publishing and Academic Resources Coalition comprobaron que una clase de baile a la semana puede mejorar notablemente los niveles de energía, al tiempo que mejora la forma física.
Ya sea una clase, practicado de forma profesional o en la intmidad del salón de tu casa, ¡anímate a bailar!
Fuente: vivirsalud.imujer.com