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¿Bloqueas tu felicidad?

Miles de personas se preguntan diariamente por qué no pueden ser felices, y la gran mayoría rara vez encuentra una respuesta que le resulte concreta y alentadora. Y es que, en muchas ocasiones nos preocupamos por tantas cosas a la vez, que perdemos oportunidad de darle un espacio a la reflexión para saber qué es lo que necesitamos realmente para estar en equilibrio y plenos con nosotros mismos, así como qué debemos hacer para lograrlo.

Marci Shimoff, autora del libro Feliz porque sí, Editorial Urano, comenta que hay actitudes y hábitos que no ayudan en nada a ser feliz, y que por el contrario, postergan el bienestar emocional de las personas. Entre ellas, se encuentran dos fundamentales, que juegan el papel de distractores de la felicidad: El mito de “querer más”, y el de “seré feliz cuando…”.

En el primer caso, señala que el individuo vive con el pensamiento fijo en la posesión de cosas materiales, y que incluso de eso depende que sea “realmente” feliz, lo cual es un equívoco.

El segundo distractor, es uno de los que más aplicamos en la vida actual. En estas situaciones, de igual manera posponemos esa búsqueda, y nos justificamos con los pretextos más comunes, por ejemplo: Seré feliz cuando encuentre una buena pareja, Cuando tenga un mejor empleo, En el momento en que me jubilw, o seré realmente feliz cuando baje de peso o deje todos mis vicios.

Además de desvanecer día a día los mitos anteriores, hay que estar centrados en todo momento en la manera adecuada de ser feliz.Para ello, es esencial reflexionar acerca del pasado, aprovechar nuestras virtudes, aceptar los errores que hemos cometido, aprender de ellos, y sacar lo enriquecedor para aplicarlo en lo que venga.

Así mismo, evitar culpar a todos de los malos momentos que tengamos es muy importante. Liberarnos de los sentimientos negativos traerá a nuestra vida otros puntos de vista que nos darán claridad para vivir el aquí y el ahora.

Otra recomendación, es valorar lo que poseemos y las actividades que realizamos, para imprimir esa misma energía en las demás, con buena actitud y así, darle ligereza a lo que no nos gusta tanto, en pocas palabras, sintonicemos lo que nos hace vibrar.

Fuente: salud180.com