Deadpool 2 continúa arrasando en las taquillas (está a nada de alcanzar los récords de Avengers Infinity War). Quienes ya han visto la aclamada secuela afirman que la cinta proyecta a la perfección los hechos que –en los últimos años (casi que días)– más han resonado en la cultura pop. La secuela no sólo confirma a Ryan Reynolds como el nuevo rey de la comedia y el humor negro, sino que se ha convertido en la película con los cameos más insólitos del cine.
(¡Alerta spoiler!)
Además de la (breve pero venenosa) aparición de Bill Skarsgård y (debemos decirlo) parte del elenco de X-Men, Deadpool 2 contó la participación especial de… ¡Brad Pitt! Si ya la viste y te preguntas ‘¿Dónde? ¿En qué momento?’ sólo diremos esto, Vanisher.
Antes de decir ‘sí, ¿dónde firmo?’, Pitt puso algunas condiciones que ni Reynolds ni el director David Leitch creyeron fueran verdaderas. De acuerdo con las guionistas Rhett Reese y Paul Wernick, el la estrella de Hollywood pidió que se le pagara el sueldo mínimo que un actor sindicalizado recibe; no estamos hablando de millones de dólares, sino de la módica cantidad de mil dólares y algo más: un café de Starbucks.
«Fue muy específico sobre el café. Dijo, ‘quiero específicamente este café de Starbucks, y Ryan, quiero que tú me lo traigas personalmente'», relató Reese a Yahoo Entertainment.
Para la filmación de sus escenas, se tuvo mucha cautela por parte del personal de los estudios de Fox. Brad estuvo «alrededor de media hora» en el estudio y tuvo que entrar en secreto.
Fuente: E-News!