Al cocinar, manipulamos los alimentos para hacerlos más agradables al paladar. En la gran mayoría de los casos, este proceso conduce a que les aportemos más calorías de las que necesitamos: mientras más cosas les agregamos, mayor cantidad de calorías vamos sumando.
Papa: Si tomamos una y la hervimos para comer, en el organismo ingresan alrededor de 80 calorías. En cambio, si la cocinamos con aceite provocamos que a nuestro cuerpo ingresen 162 calorías.
Leche: Si tomamos este líquido incorporamos 44 calorías. Si la procesamos para obtener yogurt entero le damos al organismo 98. Por otro lado, consumir queso derivado de la leche procesada le damos al organismo 313, al contrario al rallar parmesano ingresan 475.
Pastas. Si comemos fideos hervidos solo con sal y salsa fileto (tomate, cebollita de verdeo y laurel) incorporamos 115 calorías, pero si elegimos ravioles nos vamos a 145 y los capeletis hervidos suman 190.
Carne. Un bife de lomo a la plancha aporta 119 calorías. Una milanesa de ternera frita suma 310 calorías.
Trigo. Con pan integral ingresan 245 calorías, con . Si sacamos el salvado y hacemos pan francés se aportan unas 269. Si a la harina de trigo la mezclamos con manteca y azúcar tendremos 332 y si ademas se agregan ingredientes como leche, huevo y manteca, etc., se consume 455.
Debemos ser cuidadosos al preparar o consumir alimentos muy procesados, al incrementarse componentes para elaborarlos se tendrá más calorías.
Fuente: Entremujeres.com