El corrector de ojos es una herramienta indispensable en la bolsa de cosméticos de toda mujer, ya que nos ayuda a mejorar nuestra mirada al devolverle la frescura y luminosidad natural.
1.- Tono: La función del corrector de ojeras es cubrir las sombras y las bolsas que se forman debajo de los ojos. Así que lo primero que debes identificar es el color de la ojera.
Si las ojeras son de color violáceo debes disimularlas con un corrector de ojeras de base amarillenta, mientras que las de color verdoso se cubren con los de base rosada. Recuerda que el tono del producto debe ser muy similar al de tu piel o de lo contrario resaltarás más el defecto.
2.- Textura: De acuerdo con información de eHow, si tienes una ojera muy marcada, lo mejor será comprar un corrector de mayor consistencia como los de barra o crema, pero si tienes arrugas olvídate de éstos y elige los líquidos. Lo ideal es que se trate de un producto fácil de extender con pincel o con los dedos, sin que lastimes tu piel.
3.- Ingredientes: Cuida que tu corrector de ojeras sea hipoalergénico para prevenir la presencia de infecciones. Existen algunos productos que contienen ingredientes que ayudan a mejorar la apariencia y reducir el tono natural de la ojera como aceite de jojoba, elastinol, vitaminas y cafeína.
4.- Pruébalo: Recuerda que el corrector de ojos debe ser muy simular al tono de tu piel, así que trata de probar una pequeña cantidad sobre la ojera. Algunas tiendas tienen productos de prueba que son muy útiles para esta acción. Así garantizarás que realmente cubrirá la ojera y tendrás una mirada resplandeciente.
5.- Duración: Algunos correctores de ojeras tienen poca duración, es decir, tu piel los absorbe tan rápido que sólo cubren los defectos por algunas horas, así que busca aquellos que se adecúen a tu tipo de piel y que tengan un efecto prolongado.
Fuente: salud180.com