La obesidad se ha convertido en un importante problema de salud en la mayoría de los países industrializados, debido a que es muy difícil mantener los kilos de más fuera del cuerpo.
Para explicar la razón por la que es complicado mantener un peso estable, un grupo de investigadores de Estados Unidos, realizó un estudio en roedores, el cual fue publicado en The Journal of Clinical Investigation.
Con la investigación se detectó que los alimentos ricos en grasas generan daños en el hipotálamo (zona cerebral responsable del hambre, sed y los ritmos naturales del cuerpo).
El doctor Michael Schwartz, autor principal del estudio, destacó que el cuerpo humano está diseñado para regular la cantidad de energía que se almacena como grasa, mediante un proceso denominado homeostasis de la energía.
Para una persona de peso normal, eso es bueno. Pero una vez que la persona se vuelve obesa, su cuerpo parece querer estar en ese nuevo peso de forma permanente.
El también director del Centro de Diabetes y Obesidad de la Universidad de Washington y su equipo encontraron evidencia de inflamación o lesión en las neuronas, en ratas y ratones sólo tres días después de que éstos consumieron alimentos ricos en grasas.
Schwartz cree que el intento del cerebro para curar las neuronas, provoca cicatrización en el sistema nervioso central y una reducción del 25% en células POMC (proopiomelanocortina), las cuales son muy importantes para el control de la grasa al regular el apetito y prevenir el incremento de peso.
Fuente: salud180.com