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Cómo cuidar la piel de los niños en invierno

Cómo cuidar la piel de los niños en invierno

Estamos acostumbrados a seguir consejos de cuidado e hidratación de la piel de los niños durante el verano debido a la erosión a la que se ve sometido el mayor órgano del cuerpo humano debido a la incidencia del sol y al mayor contacto con los elementos durante los meses estivales. Sin embargo, es importante mantener ese cuidado también durante el invierno, no sólo para tener la piel preparada de cara al verano sino para hacer frente al frío que es un agente deshidratante.

Para proteger la piel de los niños de esa intensa deshidratación causada por el frío, lo menores han de ir adecuadamente abrigados, prestando especial atención al rostro y a las manos, que están especialmente expuestos, utilizando guantes y bufanda. En este sentido, no se trata de que los niños pasen calor, sino de ponerles ropa adecuada, cómoda y que traspire en diferentes capas fáciles de poner y de quitar para evitar cambios bruscos de temperatura que además de sudor, puede favorecer la aparición de dermatitis.

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Recuerda que aunque las temperaturas sean bajas, sigue haciendo sol, de ahí que en los paseos es interesante utilizar cremas con fotoprotectores, algo absolutamente imprescindible si vais a disfrutar de la nieve. También es interesante utilizar siempre protectores labiales y renovarlos periódicamente.

Una dieta en alimentos ricos en antioxidantes, en la que predominen las frutas y las verduras, acompañadas por agua que puede obtenerse también a través de sopas, jugos o infusiones, es también importante para lograr una adecuada hidratación de la piel.

La Asociación para el Autocuidado de la Salud ofrece un decálogo para proteger la piel de los niños ante las bajas temperaturas:

• Abrigarlos bien con varias capas de ropa que permitan la transpiración
• Cubrir manos y cara con guantes y bufandas para evitar que se resequen
• Aplicar crema hidratante en las zonas más expuestas al aire
• Usar protector labial en los días de más frío y viento
• Mantener una higiene correcta para eliminar los restos de sudoración
• Bañar a los niños con agua tibia y geles de pH neutro
• Favorecer la hidratación de los niños con crema y aceite.
• Proporcionarles alimentos ricos en antioxidantes naturales
• Usar protectores solares en los días de mucho sol, sobre todo en la nieve
• Evitar los cambios bruscos de temperatura

Fuente:MujerHoy