La tristemente célebre piel de naranja, también llamada celulitis, consiste en la acumulación subcutánea de grasa. Esto deriva en marcas visibles, principalmente en la zona de los glúteos, el abdomen, la espalda baja y las piernas.
Haz una rutina de ejercicio. Unos músculos bien desarrollados no darán lugar al tejido adiposo que causa la celulitis. Además, la actividad física tonificará tu piel y la dejará más bella.
Mejora tu alimentación. Una dieta equilibrada te dará los nutrientes adecuados para que tu metabolismo funcione de la mejor manera. Asegúrate de incluir una buena dosis de vitamina E. Esta tiene un efecto tensor en la piel y protege las venas y las arterias. Puedes encontrarla en el trigo, la soja, el aceite, el pescado crudo, las almendras, las nueces y las avellanas.
Hidrátate. Tomar agua en cantidad suficiente (al menos 8 vasos diarios) mejorará tu piel y te ayudará a eliminar las grasas de tu organismo. Esto evitará que la celulitis se siga expandiendo.
Baños de agua fría. Así como el ejercicio, el agua fría también te ayudará a tonificar tu piel. Esto es fundamental para disimular la celulitis.
Usa jabones anticelulíticos. En el mercado, existe una amplia variedad de jabones especialmente diseñados para la piel de naranja. En general, contienen sustancias activas de algas marinas que reactivan la circulación y poseen un efecto reafirmante.
Masajes. Recibir masajes en las zonas afectadas es muy beneficioso para terminar con la piel de naranja. Además, ¡puede resultar muy relajante!
Ponte tu equipo deportivo, agarra una botella de agua y sal a combatir la piel de naranja. Si tienes constancia, no pasará mucho tiempo para que el mundo pueda admirar tus piernas.
Fuente: vivirsalud.imujer.com