El frío y las bajas temperaturas conllevan que las personas estén más concentradas en espacios cerrados, por lo que están más expuestas al contagio de la gripe y del resfriado.
A diferencia de la gripe, para la que existe una vacuna estacional, el resfriado únicamente puede prevenirse mediante medidas estrictamente higiénicas. Por ello, los expertos recomiendan seguir, entre otros, una serie de consejos para evitar el contagio:
– Taparse la boca y la nariz al toser y estornudar ya que, de lo contrario, la persona enferma puede propagar directamente una gran cantidad de virus entre las personas sanas.
– Lavarse las manos con frecuencia y evitar tocarse los ojos o la nariz, ya que el virus puede estar en las manos que han tocado objetos contaminados o bien personas infectadas.
– Evitar permanecer en lugares cerrados y llenos de gente durante los períodos de epidemia.
– Evitar ambientes fríos así como los cambios bruscos de temperatura.
– Utilizar pañuelos de papel ya que, como no se reutilizan, evitan el contacto permanente con los virus contenidos en las secreciones nasales.
– Evitar el tabaco. La exposición a su humo, tanto de forma activa como pasiva, ejerce también un efecto irritante sobre las mucosas respiratorias que las hace más vulnerables, y complica y alarga los procesos infecciosos y resfriados.
Fuente: salud.facilisimo.com