La vida de la realeza no es solo tiaras y palacios. Así que cuando el príncipe Harry se dio cuenta de que estaba enamorándose de Meghan Markle, buscó a una ayudante especial para enseñarle todas las tareas que involucraba unirse a su familia.
A principios del año pasado, el príncipe de 33 años organizó una reunión entre Meghan y su cuñada Kate Middleton en el Palacio de Kensington. El encuentro salió «muy bien», le dijo una fuente a E! News. «Kate estuvo complacida de finalmente poder conocer a la mujer que hacía sonreír tanto a Harry».
Por eso ella aceptó su petición de ser la consejera de Meghan. Después de todo, gracias a siete años de experiencia como princesa, la Duquesa de Cambridge era la fuente ideal. «Fue importante para él que Meghan y Kate se conocieran, ya que ella enfrentó muchos de los retos que ahora enfrenta Meghan», explicó una fuente sobre Harry. Kate no le ofreció tips específicos esa vez, pero «desde un principio le aseguró a Meghan que si alguna vez necesita algo, o solo quiere conversar, no dude en contactarla. Kate sabe lo difícil que es navegar ese mundo tan diferente».
Después de ver cómo Kate dejó su estatus de persona normal para convertirse en uno de los miembros más queridos de la familia real, todos estaban seguros de que Meghan podía hacer la transición, a pesar de su crianza como chica californiana y su falta de lazos aristocráticos. «Catherine lo hizo así que saben que es posible que alguien fuera de la realeza se integre bien», dijo la fuente. «Catherine está consciente de que Meghan necesitará una amiga junto a ella mientras se acostumbra a cómo se hacen las cosas por acá».
Pero también sus dos años en el ojo público la benefician. Claro, la atención que recibes por ser actriz de una serie de televisión ni se compara con la que obtienes por tener un romance con el príncipe más cotizado del Reino Unido, pero al menos tiene la suficiente experiencia en la alfombra roja como para saber su mejor ángulo.
Hay otra cosa que considerar. Meghan es activista y filántropa desde hace tiempo, ella ha defendido causas con la igualdad de género y la lucha contra el estigma alrededor de la menstruación. Así que las obligaciones que tendrá ahora con respecto a apariciones públicas y la defensa de causas benéficas cercanas a su corazón es algo más natural para ella que para Kate, de 36 años, a quien ese proceso le «alteró los nervios».
Cuando la estudiante de Historia del Arte —proveniente de Berkshire, un condado a 80 kilómetros al sur de Londres—, se cruzó con William por primera vez en la Universidad de St. Andrews, apenas había llegado a la edad adulta. Los dos pudieron tener una relación discreta al principio, escondidos frente a todos ya que compartían con amigos una casa fuera del campus. Pero cuando se conoció la noticia de su romance —gracias a unas fotos de ellos abrazados en una pista de esquí— instantáneamente se transformó de una chica desconocida de provincia a la más famosa novia del mund
La privacidad era importante, así que Kate nunca dio una entrevista a profundidad. Cualquier detalle de información que compartía (que ella y William veían Game of Thrones, por ejemplo, y que comían curry) eran analizados. El resto de su personalidad lo completaban con detalles compartidos por amigos de la infancia y otros asociados.
Por contraste, Meghan creció como persona pública poco a poco, mucho antes de ser conocida como la futura esposa de Harry. Compartió su amor por la cocina («Me enorgullezco de descubrir cómo elevar un platillo con un poquito de limón preservado», le contó a Esquire), jugar Apples to Apples y tomar whisky en varias entrevistas.
El estilo de Meghan es mucho más personal que el del resto de la familia. Tanto, que ha roto el protocolo y ha dado autógrafos. Eso no ha hecho sino conquistar a sus fans, quienes se reúnen en masa a conocer a la nueva duquesa. «Después de verla en acción en varios compromisos a lo largo del Reino Unido, está haciendo un buen trabajo», le dijo Emily Nash de Hello Londresa Vanity Fair. «Es articulada, inteligente, elegante y cálida; ya es enormemente popular aquí».
Kate igualmente provoca admiración universal, gracias a que colecciona flores y buenos deseos por donde va. Pero le ha costado sentirse a gusto en el ojo público. «No conozco las exigencias», admitió en su entrevista de compromiso en 2010. «William obviamente está acostumbrado, pero estoy dispuesta a aprender rápidamente y trabajar duro».
En 2016 se alió con William y Harry para lanzar la campaña Heads Together y declaró, «la salud mental es tan importante como la salud física». Cada vez comparte más detalles sobre su propia experiencia, cosa que la ayuda a que los demás se identifiquen con ella. En una aparición de 2017, confesó que la maternidad había sido una experiencia abrumadora. «Está llena de complejas emociones de dicha, agotamiento, amor, preocupación, todo junto. Tu identidad fundamental cambia de la noche a la mañana. Pasas de pensarte principalmente como individuo a ser madre de pronto, primero y principal… sin embargo no hay guías, qué está bien y qué está mal, simplemente tienes que tratar de hacer lo mejor posible para cuidar de tu familia. Para muchas madres, yo incluida, esto a veces puede ocasionar en una falta de seguridad en ti misma».
Kate ya parece estar acostumbrada, pero no se puede negar que su nueva cuñada ya tiene experiencia. Cuando la página oficial de Meghan se estrenó en el sitio web de la familia real, ya tenía varios logros de los que presumir, entre ellos misiones a la India en representación de World Vision y su papel como Defensora de la Mujeres para la Participación Política y Liderazgo por parte de la ONU.
Esa ambición unió a Meghan y Harry desde el principio. «Fue una de las primeras cosas de las que hablamos cuando nos conocimos, de lo que queríamos hacer en el mundo», le dijo a la BBC. Eso es lo que hace que los analistas reales crean que este miembro más reciente de la familia puede tener un impacto legendario. «Meghan tiene una extraordinaria historia de éxito propio… además de la diversidad de sus orígenes», le dijo a la ABC News el ex secretario privado de Diana, Patrick Jephson. «Todas estas cosas ayudarán a que la monarquía siga siendo relevante».
«Para mí, es un miembro de la familia», dijo Harry. «Es otro jugador, parte de un gran equipo. Lo que queremos es poder cumplir con nuestros compromisos, seguir con el trabajo y animar a los demás y a las generaciones más jóvenes a que vean el mundo en el mejor sentido».
Fuente: E-News !