En las fotos de revistas las plantas siempre salen perfectas, brillantes y sin manchas. Mucho se debe a los cuidados que los horticultores tienen en ellas y a la edición de fotografía, pero la belleza de una planta también depende de la limpieza que le apliquemos.
Necesitamos
- Agua limpia sin cloro, químicos, ni que sea muy pesada.
- Un atomizador
- Paños limpios que no suelten pintura
- Servilletas de papel no muy duras
- Cepillo de dientes viejo con cerdas muy suaves o pincel de cerdas suaves
- Regadera con regulación de temperatura
Primero sacudiremos con mucho cuidado el polvo de la planta, es mejor que usemos un pincel suave o un cepillo de dientes viejo. Con ellos lograremos retirar el polvo pegado en las hojas y tallos. Pero si nuestra planta es muy delicada lo mejor es solo limpiarla con una borla de algodón cuidando de no aplastar o raspar las hojas o el tallo. Otra forma de sacudirla es usando el aspersor de agua procurando no mojar demasiado las raíces y la planta.
Las plantas que difícilmente se pueden sacudir con toalla, pincel o sacudidor, lo mejor es usar solamente el atomizador con agua tibia para poder limpiarlas. Si la mugre está muy pegada y nuestra planta lo resiste podemos usar la regadera con agua tibia, siempre y cuando tengamos cuidado de no mojar de más las raíces. Una vez limpias nuestras plantas es necesario dejarlas escurrir bien antes de llevarlas a su lugar.
Para poder limpiar las plantas con un trapo o servilleta tenemos que mantener una de nuestras palmas de la mano sosteniendo a las hojas pues si las presionamos de más podemos quebrarlas.
Fuente: hogartotal.imujer.com