Uno de cada cinco niños de entre 2 y 4 años tienen caries sin tratar. Y es que, todavía son pocos los padres que llevan a sus hijos al dentista en los primeros años de vida. En este sentido, tal y como señala el Dr. Gregorio Comino Blanco, Odontólogo de Salud Dental Blanco, es importante que «antes del año de edad, los niños se sometan a revisiones periódicas para prevenir enfermedades bucodentales en el futuro».

Especial atención hay que prestar a las denominadas caries del biberón que se producen en la dentición primaria del bebé por los azúcares y la glucosa de los líquidos. La leche, por ejemplo, contiene glucosa que, al quedar en la boca, las bacterias lo transforman en ácido y actúa sobre los dientes produciendo caries. Éstas, al ser una infección, deberían ser tratadas para que no afecte a las nuevas piezas dentales.

Hay varios factores que influyen en la aparición de caries durante la primera infancia entre los que cabe destacar la alimentación, la prolongación de la lactancia materna o la ingesta masiva de azúcares en las comidas. A esto hay que añadir, que una incorrecta higiene bucodental contribuye a la aparición de caries. Por ello, es importante que las estrategias preventivas vayan enfocadas a establecer hábitos saludables de higiene oral.

Antes de la erupción dentaria, es importante que los padres limpien la boca del bebé una vez al día, con una gasa humedecida en agua o dedales de silicona. Con la aparición de los primeros dientes, se puede comenzar con la limpieza dos veces al día, usando cepillos dentales infantiles. Asimismo, no es recomendable el uso de pastas dentales con flúor antes de los 2 años de edad. Es a partir de esta edad cuando los expertos aconsejan aplicar pasta dental con una concentración de 500 ppm de flúor y el hilo dental desde que exista contacto entre dos piezas.

Fuente: salud.facilisimo.com