El lavado de manos con jabón es una de las maneras más efectivas y económicas de prevenir enfermedades, tales como la diarrea y neumonía que juntas son responsables de más de 3.5 millones de muertes infantiles, según datos de la Organización Mundial de la Salud (OMS).
Cabe mencionar que si bien una buena parte de población a nivel mundial lleva a cabo el lavado de manos, es un porcentaje alto el que no emplea jabón u otro complemento que ayude a que sea una práctica efectiva, la cual pudiera permitir:
1. Los momentos críticos para lavarse las manos con jabón son después de usar el baño o de limpiar al niño y antes de manipular alimentos.
2. Cuando las personas no usan jabón para lavarse las manos que han estado en contacto con heces humanas o de animales, con fluidos como secreciones nasales y con alimentos o agua contaminados, pueden transmitir bacterias, virus y parásitos a diversos huéspedes.
3. Es un aliado formidable en los esfuerzos por combatir huéspedes de otras enfermedades, como los helmintos (gusanos).
4. Ayuda a reducir el riesgo de las infecciones en los ojos, como el tracoma, y las infecciones cutáneas como el impétigo.
5. Las infecciones más comunes, a menudo causadas por gérmenes resistentes a los medicamentos, son las del tracto urinario, que se contraen en un hospital, centro de salud o quirófano, además de la neumonía e infecciones del torrente sanguíneo. Por este habito puede reducirse el riesgo hasta en 51% entre trabajadores de dichos lugares.
Fuente: salud180.com