Dar a luz nos vuelve más fuerte por estas razones
Un parto natural sin anestesia es un parto que duele mucho y que no todas las mujeres se sienten capaces de afrontar (por eso piden la epidural), pero después se sienten sensaciones increíbles.
*Una fuerza que sale desde lo más profundo de las entrañas*
Cuando empecé a tener las contracciones supe que debía ser fuerte para vivir el momento más importante de mi vida: el nacimiento de mi hijo.
Noté una fuerza interna en mí, una sensación de poder que la naturaleza solo nos ha permitido tener a nosotras. Esa fuerza me hizo sentir poderosa.
*La sensación de energía y felicidad para atender al bebé*
No hay esfuerzo humano más cansador que el parir a un hijo, los dolores son indescriptibles. Controlar las respiraciones es muy difícil, en mi caso, las contracciones no me daban tiempo a respirar, pero yo sabía que podía controlarlas y lo conseguí.
Pero lo que más me sorprendió fue la energía interna que sentí y que me ayudó a reponerme para atender a mi bebé. Luego necesité descansar, pero esa fuerza que me otorgó la naturaleza después del parto, esa alegría casi sin sentido, la puedo sacar de nuevo siempre que sea necesario hasta el día de hoy.
*La sensación de que puedo con todo*
Luego de dar a luz a un hijo la vida cambia. De repente me di cuenta que superé el dolor del parto, que puede con eso y que podría hacerlo de nuevo con otro embarazo.
Además me siento más fuerte ante la vida, sé que puedo conseguir todo lo que me proponga siempre que quiera conseguirlo.
Tú, al igual que yo, eres una mujer. Somos madres, luchadoras… ¡e invencibles! No le temas al parto. Cuando las mujeres damos a luz a un bebé querido, cambiamos, crecemos, evolucionamos… ya no somos las mismas, nunca más… somos mejores y más fuertes.
Fuente: imujer