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Decálogo para una separación de pareja no destructiva

separaciono civilizada

“Estamos inmersos en una sociedad donde se valora la independencia y el poder por encima de cualquier otra motivación afectiva, incluyendo el valor ético o moral. Lo queremos todo fácil, bonito y rápido, no estamos preparados para luchar por algo que no nos reporta satisfacción inmediata, no tenemos las miras puestas en el largo plazo porque no aceptamos ni la dependencia en ninguna de sus formas, ni el envejecimiento ni tan siquiera como opción, cada vez somos más individualistas en ese sentido. Tenemos cada vez más herramientas a nuestro alrededor para comunicarnos, sin embargo, cada vez la comunicación es menos eficaz”, afirmó Amaya Terrón, psicóloga colegiada y fundadora de Psicología Amaya Terrón.

1. Hablar y comunicar nuestro dolor. Es importante canalizar nuestras emociones para que no queden enquistadas.

2. Pensar que aunque ahora no estemos en situación de reconocerlo, en el pasado pensamos que esa persona merecía ser amada.

3. Manejarnos en términos medios, no absolutos. Puede ser que ahora solo veamos las cualidades que no nos gustan de nuestra ex pareja, pero eso no significa que esa persona sea mala en toda su esencia.

4. Asumir el error como algo humano, entendible con el tiempo y siempre perdonable.

5. Ser consecuente con la decisión tomada. Si es una decisión madurada, aunque haya tentaciones de volver atrás, no hay que hacerlo; es mejor no provocar situaciones confusas que luego nos traerán más problemas.

6. Dejarse aconsejar por profesionales, pero siempre manteniendo nuestras reglas éticas intactas, si quedan manchadas por el rencor o el dolor resultará más difícil recuperarnos.

7. Dar un tiempo de duelo, no empezar a rehacer la vida sentimental nada más terminar con la relación; podemos herir a otras personas y nuestra herida no sanará más rápido, sino que sumará emociones que canalizar.

8. Es mejor centrarse en los buenos momentos y en lo que se ha aprendido con la ex pareja que estar dándole vueltas a la decepción sufrida o a lo mal que lo ha hecho nuestra ex pareja.

9. Si existen hijos, recordar que la pareja se ha roto, pero que se sigue siendo padres, aunque no se sea pareja. Los padres deben seguir relacionándose tras la ruptura conyugal.

10. Intentar quitar los miedos en los hijos a pensar que cuando aparezca un “padrastro” o “madrastra”, éstos van a reemplazar a su auténtico padre o madre. Estadísticamente está demostrado que el nuevo matrimonio mejora la vida de los niños, en particular si son pequeños, pero hay que respetar los tiempos y ritmos de los niños, ellos necesitan acostumbrarse a una nueva situación y una familia no se constituye afectivamente porque se viva juntos. Se debe dejar al menos un año para incorporar a nuevas parejas en el ámbito de la relación parental.

Fuente: salud.facilisimo.com