Ser perfeccionista no necesariamente se considera como algo malo, debido a que este anhelo de hacer lo mejor posible las cosas, así como mejorar nuestras propias habilidades y afinar las virtudes puede llevar a un crecimiento personal íntegro.

Sin embargo, si al tratar de serlo se experimenta ansiedad, estrés, frustración y modifica negativamente nuestro desempeño y relaciones personales, entonces puede convertirse en un serio problema, el cual por lo general implica riesgos para la salud física y emocional.

1. Depresión. Buscar la perfección genera un gran estrés emocional y ansiedad social que pueden derivar en depresión, debido al alto grado de autoexigencia, revela un estudio publicado en la revistaNursing Research and Practice.

2. Afecta tu rendimiento. El miedo al error se convierte en una constante en la vida de estas personas y es una fuente de ansiedad, haciendo que, paradójicamente, disminuya el rendimiento, que puede ser labora e incluso académico, como explican investigadores en el Canadian Journal of Behavioural Science.

3. Adicción a trabajo. De acuerdo con investigadores de laUniversidad de Kent, esta característica y tener una alta motivación hacia el trabajo puede generar adicción al mismo, debido a que se desarrolla compulsión.

4. Trastornos alimenticios. El estado emocional negativo caracterizado por el estrés, ansiedad y compulsión, puede causar una ingesta desproporcionada de alimento, causando trastornos como el de atracón, lo cual refleja la necesidad de evadir la realidad.

Las constantes críticas, alta exigencia y baja autoestima pueden minar la calidad de vida de una persona que buscar ser perfeccionista, sin embargo, si se logra entender que todo es un proceso de prueba y error, así como aprender de ello, entonces se va por el camino correcto de la superación.

Fuente: bienestar.salud180.com