Cargando
.

Lee la revista aquí

¿Qué comer o beber cuando tienes dolor de garganta?

¿Qué comer o beber cuando tienes dolor de garganta?

Hay quien agarra resfriados muy espectaculares y ven cómo su nariz se convierte en una patata (roja, claro) y quienes sufren más de dolor de garganta, amígdalas inflamadísimas, imposibilidad de tragar y, por tanto, de comer hasta que el antibiótico comienza a surtir efecto. ¿Qué alimentos y hábitos van a mejorar notablemente nuestra garganta?

1- Líquidos a tutiplén, siempre tibios. Las bebidas frías te van a sentar como un tiro, pero a menudo las tomamos muy calientes pensando que nos van a aliviar, cuando en realidad van a irritar todavía más nuestra garganta. Agua, infusiones (siempre con miel, a poder ser), zumos… son muy recomendables cuando la amigdalitis acecha, aunque conviene no excederse con zumos como el de naranja, pomelo o limón, pues son altamente ácidos y pueden dañar aún más la zona afectada.

2- Purés. Sobre todo durante los primeros días, cuando el dolor es más agudo, conviene convertir absolutamente todo el puré, que sea más bien líquido y fácil de tragar. Los caldos tipo consomé también nos van a sentar estupendamente, pues contienen gran cantidad de nutrientes y son fáciles de tragar, lo mismo que los purés de verdura o incluso de legumbres, a los que conviene añadir una buena dosis de agua (o, mejor, caldo de verduras o ave) para que sean suaves. Smoothies y batidos verdes también serán unos grandes aliados.

3- Limón y miel. Así a palo seco, zumo de limón y un chorro de miel, ligeramente templados. Este mejunje será nuestro principal aliado especialmente por las mañanas, cuando el dolor es más agudo. A ser posible, es conveniente tomarlo en ayunas, pues relajará y aliviará la zona y nos costará mucho menos desayunar.

4- Infusiones de salvia. Es una hierba medicinal que se usa desde hace siglos para aliviar el dolor de garganta, de hecho las personas con tendencia a padecerlo deberían incluir una infusión diaria de salvia en su dieta para siempre, y notarán enseguida sus efectos. Como ocurre con el resto de infusiones, es recomendable acompañarla de una cucharadita de miel.

5- Agua y sal. Tampoco es una ‘delicatessen’, pero nos va a aliviar de inmediato. Se trata de añadir un par de cucharadas de sal marina en un vasito de agua tibia y hacer gárgaras con todo el vaso, con paciencia. La sal va a desinfectar la garganta, reducir la inflamación y a su vez el dolor.

6- Vapor y humidificador. Utiliza un humidificador para mantener el ambiente siempre húmedo, y respira vapor para descongestionar y evitar la sequedad.

7- Infusiones de tomillo y limón. Una buena manera de calmar el dolor es prepararse una infusión de tomillo y zumo de limón, a la que puedes añadir una cucharadita de jengibre y, por supuesto, una de miel. A ser posible, es conveniente hacer gárgaras.

8- Ajo. Los rusos conocen a este alimento como «la penicilina rusa» gracias a sus poderes destructores de gran cantidad de bacterias. El ajo es un antibiótico natural y antibacteriano que refuerza el sistema inmunológico contra los virus. Se cree que gran parte de sus efectos terapéuticos provienen de sus compuestos que contienen azufre, tales como la alicina, que también es lo que le proporciona su olor característico. Puede consumirse a palo seco, pero si en estos días de malestar lo último que nos pide el cuerpo es ajo, también puede consumirse en cápsulas. De todos modos, es conveniente introducir el ajo en nuestra alimentación prácticamente a diario, y no consumirlo únicamente cuando nos encontramos mal.

9- No tomes alcohol. Aparte de que es irritante, puede contrarrestar los efectos de la medicación que puedas estar tomando.

10- Expresa tus emociones. No te tomes a cachondeo este punto, pues puede ser de vital importancia para solucionar esos problemas recurrentes de garganta. Es cierto que para muchos la garganta es un punto débil que enferma en épocas de estrés o de inestabilidad emocional. Hay quien lo explica diciendo que las emociones no expresadas nos atoran la garganta, y aunque suene ligeramente ‘new age’ es cierto que hay muchas dolencias de carácter psicosomático que mejoran claramente cuando simplemente le plantamos cara a lo que nos ocurre y no dejamos que se quede dentro. ¿Te suena a palabrería? Prueba y luego nos cuentas.