Nadie dijo que sería sencillo.
Eiza González consiguió lo que pocas actrices latinas han logrado: Ser una de las invitadas especiales a la Gala del Met. Este año, junto a Salma Hayek, la mexicana se anotó un nuevo y destacado logro, pero conseguirlo significó un sacrificio muy grande.
Mientras la protagonista de Baby Driver deslumbraba a su paso por la comentadísima alfombra roja, su madre, la ex modelo Glenda Reyna, festejaba su cumpleaños sin la presencia de su hija, algo que seguramente puso en una disyuntiva a Eiza antes de aceptar la codiciada invitación.
Si bien otras madres hubieran tomado a mal este repentino cambio de planes, para buena fortuna de la mexicana su madre es la mayor fan de sus logros. El no tener a su hija en un día tan especial, en palabras de la propia Glenda, fue su mejor regalo de cumpleaños:
«¿Puede haber un regalo más lindo de parte de mi princesdoll @eizagonzalez que estar en el evento más representativo del mundo de la moda?…», anotó la orgullosa madre.
«… Que mi hija sea parte de este evento con un gran diseñador de esta envergadura y que sea una mexicana y una latina que honra a las mujeres de nuestras tierras es para mí un cumpleaños redondo… Entre mi celebración de vida y el andar de mi hija , me llena de felicidad y agradecimiento total», puntualizó.
¡Eso es amor de madre!
fuente: E-News!
