Sube el termómetro, asciende la violencia. Así podría sintetizarse la conclusión de un nuevo estudio dirigido por las universidades de Princeton (Nueva Jersey), Cambridge (Massachusetts) y California (Berkeley), en EE.UU., según el cual el clima adverso contribuye a aumentar la violencia, tanto a nivel interpersonal, a través de crímenes, como la de carácter social, traducida en conflictos bélicos civiles o en disturbios.
“Los estudios concluyen que el vínculo entre cambio de clima con aumento de temperatura y violencia existe”, ha explicado Edward Miguel, investigador de la Universidad de California y coautor del trabajo, al servicio de noticias científicas SINC.
El doctor Miguel y sus compañeros analizaron la información de 45 bases de datos de diferentes partes del mundo, y hallaron patrones de conflicto similares, asociados a cambios climáticos como la sequía y el aumento de las temperaturas.
Los informes analizados comprendían circunstancias ocurridas desde hace 10.000 años hasta la actualidad, e investigaban, desde la desaparición de los mayas y de los antiguos imperios acadio y chino, hasta la violencia policial en Holanda en nuestros días. Otros trabajos se referían a la violencia doméstica en Australia e India y a los asesinatos cometidos en Estados Unidos y Tanzania.
Según el doctor Miguel una de las posibles razones de este nexo entre violencia y clima “puede ser la hostilidad, ya que cuando hace más calor, la neurofisiología nos predispone más hacia la violencia, y otra de las causas podría ser económica, ya que en países muy agrícolas, el calor o los diluvios pueden arruinar la cosecha y provocar una desesperación que desemboque en actos violentos”.
Fuente: estilodevida.latam.msn.com