El legado de la princesa Diana vivirá en su hijo y su nueva esposa.
De regreso a Inglaterra después de su primera gira real por Irlanda, el príncipe Harry y la duquesa de Sussex, Meghan Markle, asistieron a su más reciente compromiso público este martes en la Exhibición por el Centenario de Nelson Mandela, organizada en el Queen Elizabeth Hall del Southbank Center. Fue una visita especial donde la pareja pudo encontrarse con varias figuras importantes en la vida del que fuera presidente de Sudáfrica, entre ellos su nieta Zamaswazi Dlamini-Mandela.
«El evento de hoy es enormemente importante, no solo porque estamos aquí para celebrar la vida de un gran hombre de la historia, sino también porque somos capaces de educar a la próxima generación, pues no debemos repetir los errores del pasado», dijo Dlamini-Mandela. «La visita de sus altezas reales, Harry y Megham es un gran honor. Su apoyo a la justicia en el mundo los hace un brillante ejemplo para la juventud de hoy y mañana».
Hace 22 años, la querida madre de Harry conoció al famoso abuelo de Zamaswazi en Suráfrica, justo cinco meses antes de su muerte. Con o sin intención, Markle pareció inspirarse en el estilo de la princesa de Gales y usó un abrigo cruzado sin mangas de la marca canadiense NONIE —una versión moderna del vestido de botones que Diana escogió hace años—. Ambas mujeres escogieron botones para la ocasión.
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La pareja también conoció a Andrew Mlangeni, de 92 años, un amigo cercano de Mandela. El ex presidente sudafricano fue sentenciado a cadena perpetua en la Isla de Robben en el proceso de Rivonia. Después de que lo liberaran 27 años después, fue miembro del parlamento en el Congreso Nacional Africano.
De igual manera, la pareja real pasó tiempo con Paul y Adelaide Joseph, activistas anti Apartheid y amigos cercanos de Mandela y Winnie Mandela.
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