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La vida agitada que vivimos nos impulsa a trabajar, estudiar y cuidar hijos, entre otras actividades que nos imponemos. Esto puede ser abrumador, por lo que muchas veces existe un sacrificio de las horas de descanso, para ganar tiempo y realizar todos los pendientes. Pero, ¿qué pasa en nuestro cuerpo con la falta de sueño?

Está comprobado que la falta de sueño engorda y envejece. Al levantarnos cansados buscamos algo que nos ayude a mantenernos despiertos, por lo que las comidas altas en carbohidratos y azúcares son las ideales, lo que genera una acumulación de grasa corporal.

Como regla deberíamos cenar ligero entre las siete u ocho de la noche, así como descansar y dormir ocho horas. En cada hora que se utiliza para ello, ayudamos a que cada órgano se regenere y se fortalezca para prevenir el riesgo de contraer enfermedades.

Además, se impide también la carga de la hormona de crecimiento necesaria para promover la creación de músculo y reducción de grasa. La mejor medicina que podemos darle a nuestro cuerpo es un sueño largo y reparador cada noche.

Fuente:

Investigaciones de la Universidad de Chicago afirman que, con la falta de sueño, por lo menos diez hormonas se desestabilizan; no sólo dejamos de producir melatonina (el mejor antioxidante), sino que se afecta el apetito, la fertilidad, la salud del cerebro y del corazón.