‘Niño, lávate las manos antes de comer’. Cuántas veces habremos escuchado esta frase en boca de los padres y habremos pensado ¡qué pesados!. Pues bien, la orden no es ningún capricho, ni una coletilla propia de padres sino que realmente es una orden más que necesaria vistos la cantidad de micoorganismos y bacterias que habitan en nuestras manos.
Hace unas semanas la técnico de laboratorio estadounidense Tasha Sturm pidió a su hijo de 8 años que saliera a jugar al jardín de casa y se entretuviera un rato con su perro. Cuando volvió, Sturm cogió las manos de su hijo y colocó una de ellas sobre una placa Petri (placa que se utiliza en microbiología para cultivar celulas), la cual había esterilizado antes y en la que había vertido agar -medio de cultivo de organismos-, y le ordenó que presionara la placa con la mano.
Después, Sturm cerró la placa y la mantuvo durante un día entero en una incubadora a temperatura corporal, unos 37 grados centígrados. El siguiente paso fue dejar durante varios días la placa a temperatura ambiente, a 22 grados.
Una semana después el resultado fue claro: hay que lavarse las manos. En la mano de su hijo había aparecido un dibujo de una palma de la mano cubierta de lo que a primera vista parecían flores, pero que en realidad son las bacterias y microorganismos que porta la mano de un niño después de jugar un rato.
La técnico de laboratorio compartió su hallazgo en microbeworld.org, una web de la Sociedad Estadounidense de Microbiología. «Estoy guardando la placa para mostrársela a los estudiantes de microbiología en una semana y media», dijo en el blog.
Según la profesora todas esas ‘flores’ que aparecen en la mano de su hijo corresponden a millones de bacterias. En el caso de su estudio, la mayoría de ellas son bacilos, bacterias que se encuentran en diferentes ambientes.
Las que aparecen donde se encuentran las huellas dactilares corresponderían a estafilococos, causante de las enfermedades más comunes.
Los científicos usan algunas de estas especies para sintetizar antibióticos como la bacitracina y polimixina y mientras algunos pueden causar enfermedades, la mayoría son completamente inofensivos para los humanos.
Las que son amarillas serían micrococos, que transforma el sudor en un olor desagradable, entre otras cosas.
Y, por último, las más coloradas que, según Sturm, corresponderían a bacterias del género serratia, causante de la infección nosocomial. A esta bacteria le gusta colonizar las vías respiratorias y urinarias, pero también se puede encontrar en la piel.
Sin embargo , y aunque pueda parecer un foco de infección, Sturm llama a la calma y advierte de que estas bacterias están en casi todas las partes del ser humano: piel, boca, nariz. Y que la «mayor parte del tiempo viven en armonia con su anfitrión humano más grande».
«Estar expuesto a este tipo de cosas es parte de un sistema inmunológico saludable», aseguró Sturm. «Estamos expuesto a esto todos los días. Y a no ser que se tenga un problema inmunológico, no hay nada de que preocuparse. Hay que ser listo y lavarse las manos», añadió.
Fuente:elmundo.es
Oscars de LEGO como premio de consolación para los perdedores.
Los famosos mejores pagos de Hollywood en 2014
“Dale la vuelta a la Tortilla” campaña de Optimismo
Christian Bale y su panza de cerveza es “igual de sexy” para su coestrella Amy Adams…
LEONARDO DICAPRIO TOMARÁ ACCIONES LEGALES CONTRA UNA REVISTA
Selfie de los Oscar vale casi $1000 millones