La imagen con más «me gusta» en la historia de Instagram resume también los códigos creativos de su autor, Awol Erizku.
El nombre de Beyoncé apenas suele aparecer en las publicaciones artísticas, al igual que el de Awol Erizku, de 28 años, no suele leerse en la prensa generalista. Él es el fotógrafo responsable del álbum de imágenes con el que la cantante ha anunciado su segundo embarazo. Juntos han logrado este miércoles que una de ellas se haya convertido en la publicación más exitosa en la historia de Instagram.
Por el momento, roza los 10 millones de «me gusta», superando con creces el récord anterior de Selena Gómez (6,3 millones). Gracias a las redes sociales, la repercusión de Erizku se ha multiplicado de manera exponencial en muy poco tiempo.
Su figura, en cambio, ya era reconocida en el ámbito artístico. Cuando miramos la foto más celebrada en redes sociales también estamos viendo el mejor resumen posible de los códigos creativos de su autor.
Awol Erizku nació en 1988 en Etiopía y se ha criado en el Bronx neoyorquino, aunque ahora vive en Los Angeles, la ciudad más relevante para el mercado artístico estadounidense. En Miami, ya ha protagonizado exposiciones individuales dentro de la influyente feria Art Basel.
El principal objetivo en su obra pasa por aumentar la representación de la comunidad negra en los espacios artísticos. «No había personas de color en las galerías y museos a los que iba cuando era pequeño. Entonces me prometí a mí mismo que, cuando me convirtiera en artista, aportaría mi granito de arena al respecto», recuerda la publicación online artsy.net
Algunas de sus composiciones fotográficas del año 2009 hacen referencia directa a este asunto: La joven del pendiente de bambú es su personal recreación del cuadro La joven de la Perla (1565-1567) de Vermeer, Joven con uvas se inspira en Sátiro con uvas (1593) de Caravaggio y La dama del pitbull adapta a La dama del armiño (1490) de Leonardo Da Vinci. Defiende así que la belleza negra sea reconocida de forma universal.
Erizku no es solo un fotógrafo, también desarrolla este discurso en soportes como la pintura, la escultura, el videoarte y la performance. En 2015, expuso en el MOMA de Nueva York un manifiesto visual titulado Serendipity.
Durante la presentación oficial, destruyó un busto de David -una figura muy común en la escultura clásica- para sustituirlo por uno de la reina egipcia Nefertiti. De nuevo, manifestó una denuncia sobre una sociedad estadounidense que, considera, no valora lo suficiente a la comunidad afroamericana.
Su Instagram, solo disponible en horario comercial
Además de multidisciplinar, la propuesta del etíope es transversal y establece íntimos lazos con la cultura pop. Algunas de sus obras cuentan incluso con su propio anexo musical.
Antes de Beyoncé, existió Rihanna. La de Barbados ha servido de musa para uno de los cuadros de este artista multidisciplinar. Se titula Same Ol’ Mistakes-Rihanna (Los viejos opequeños errores de siempre, Rihanna). También ha colaborado con el rapero A$AP Rocky y una canción de Jay Z titulada Picasso Baby ha inspirado una de sus últimas instalaciones.
No es casualidad que su creatividad se muestre tan cercana a los famosos del momento. Al acabar su formación, trabajó como asistente de David LaChapelle, el artista reciente más conectado con el concepto de celebridad.
Con su obra, Awol Erizku comienza a convertirse en cronista habitual de su comunidad. Recientemente ha sido el encargado de retratar a otro gran exponente de la cultura afroamericana, la actriz Viola Davis, para la revista New Yorker.
Las redes sociales, ese invento que Andy Warhol hubiera deseado firmar, son otra forma de expresión natural para Erizku. Su página web oficial es de hecho un perfil de Tumblr y casi todas las imágenes de su Instagram funcionan a modo de diario artístico, dando testimonio del día a día de lo que ocurre en la agenda de las galerías.
«Recurro a ellas de un modo conceptual. Por ejemplo, mi proyecto #hoops show en Instagram. Busqué lo que se publicaba con la etiqueta hoop y comisarié una exposición basándome en imágenes que ya existían en esa red social. Uso las redes sociales como si fueran una galería de arte», contaba Erizku en 2015 aVulture, la web cultural de The New York Magazine.
La declaración de intenciones es literal: el estadounidense mantiene su cuenta de Instagram privada, excepto en horarios de apertura de cualquier otro espacio abierto al público (de 9 a 17 horas, de lunes a viernes), durante el cual es accesible para todos los usuarios.
Esa búsqueda permanente por encontrar formas de exponer sus ideas que resulten más cercanas al espectador le llevó el año pasado a abrir su propia galería pop-up, Duchamp Detox Clinic, en diversos e inusuales puntos de Los Angeles. Se trata de un espacio abierto que sirve de alternativa a las galerías de siempre; «un lugar donde presentar las propuestas poco convencionales», comentaba él mismo a Art News.
Oh what a feeling, aw, fuck it, I want a Trillion, inspirada en un tema de Jay Z. / Duchamp Detox Clinic
Alguna de sus obras que ha presentado en esta sala alternativa recuerda mucho a lo visto en las fotografías que ha realizado con Beyoncé. En varias de sus propuestas Erizku crea una explosión de color a través de un elemento natural como las flores, al igual que en algunos de los retratos que ha tomado a la cantante.
En otra de las imágenes, presenta a su musa como si de la Venus de Boticcelli se tratara e incluye en la composición un nuevo guiño a Nefertiti.
Beyoncé, por cierto, ya ha sido protagonista en otras ocasiones de obras de arte, como esta pintura collage del alemán Boris Hoppek.