Seguro te ha pasado. El día pinta bien: el cielo despejado, el sol resplandeciente. Pero ni bien pones un pie en la calle empiezas a estornudar. ¿Resfrío a la vista? Piensa de nuevo. Padeces lo que se le conoce en el mundo científico como estornudo fótico. Puede parecer extraño pero este es un problema que afecta a un gran porcentaje de la población. Casi el 25% ha estornudado sin motivo al exponerse a sol alguna vez.
No te alarmes, no es un problema grave, el único grupo de riesgo para esta condición son los pilotos de combate. El resto de personas pueden pasar su vida entera sin que esto represente más que un problema menor.
¿Qué pasa dentro de tu cabeza?
Dentro del cráneo se extienden 24 nervios que se dividen en doce parejas. Cada nervio tiene una función diferente y juntos forman un tramado muy complejo que funciona a la perfección para que realices tus tareas diarias. Sin embargo, no es extraño que se produzcan pequeñas interferencias entre estos nervios. Una de las consecuencias de esas interferencias es el estornudo fótico. Lo que pasa exactamente es que el nervio óptico y el trigémino (se encarga de controlar algunos movimientos de la cara y la sensibilidad) se cruzan.
¿Qué lo ocasiona?
Hay dos hipótesis que se basan en la existencia de una interferencia entre ambos nervios. Por un lado, los expertos nos indican que esta interferencia es el resultado de que ambos nervios (el óptico y el trigémino) funcionan como un engranaje. Es decir, cuando uno se ve expuesto el otro reacciona ya que trabajan en equipo.
La segunda hipótesis que manejan los científicos nos indica que las lágrimas tienen un papel importante en este fenómeno. Es decir, el lagrimeo que produce la luz solar llega por medio de un conducto interno a la nariz y se activa el reflejo del estornudo sin necesidad de que tú veas una relación directa entre tus ojos y tu nariz.
¿Debería preocuparme?
No. Es una condición genética pero no pone en peligro tu vida de ninguna forma. La mayoría de los investigadores consideran que este tipo de estornudo hereditario. Ya sabes, cuando entra mucha luz a la retina se sobreestimula el nervio y esto hace que estornudes. Quizá unos lentes oscuros te ayuden si eres muy sensible. Ahora que estamos en pleno verano pon atención.