No es difícil que por alguna razón, la pareja tenga un pésimo día y por ende, un humor que saca chispas. El problema está cuando es imposible tener trato con él sin que se moleste si algo no le gusta o incomoda.
Hablamos de personas que tienen la brújula de la tolerancia perdida, pero que jamás protagonizan una escena agresiva ni tampoco extravían la mesura o prudencia.
María Villegas y Jennie Kent, autoras del libro Vademécum Mujeres, de Villegas Editores, explican que por naturaleza hay personas un poco más temperamentales que otras.
- Olviden por un momento el origen de la molestia y traten de dejar el pasado en el pasado.
- Busquen en la música un motivo para estar alegres y conenergía, para pensar en otro tipo de actividad que disfruten mucho hacer juntos.
- Hagan cosas que les produzcan placer, ¿ideas? Disfrutar de algún postre, resolver rompecabezas o ¡bailar!
- Encuentra una distracción que reduzca el enojo, como ir al cine o ver una película en casa.
Las autoras subrayan que es muy importante que no permitas el contagio del mal humor. Todos tenemos maléficos momentos, pero estar de malas como estilo de vida es una decisión personal.
No califiques su proceder, lo mejor es que seas prudente, no prejuiciosa y que apuestes a una efectiva comunicación, para que ambos estén bien, sacudan el enojo y aprendan a evitar lo que les molesta y así, disfruten su romance.
Fuente: bienestar.salud180.com