Adentrarse en uno de los países más hermosos de Europa, en el mismo corazón del viejo continente, es no quedar indiferente a los múltiples atractivos que nos ofrece.
Uno de los lugares más emblemáticos del país es Viena, una de las ciudades más interesantes y capital del país. Una característica de esta ciudad son los edificios que recuerdan el poderoso esplendor del Imperio Austriaco.