Si bien es cierto que la biología influye en pertenecer o no a determinado sexo, este no determina el rol social; las diferencias entre hombres y mujeres son por el sistema reproductivo, mientras que el género es una construcción social que depende de muchos factores externos y sociales, explicó Rolando Díaz Loving, especialista de la Facultad de Psicología de la UNAM.

Explicó que a pesar de que los cerebros en hombres y mujeres son diferentes, y eso influye significativamente en que ciertos comportamientos sean distintos, son los estímulos hormonales y sociales los que determinan el actuar de cada género.

Señaló que el reforzamiento de estereotipos contribuye a ciertas conductas como el regalar en color rosa o muñecas y tacitas de té a las niñas, mientras que a los niños detalles azules, pelotas y armamento. “Son las asociaciones sociales las que a lo largo de toda la vida determinarán la conducta y los rasgos de la personalidad de cada quien”.

La diferencias en los modos de opresión (mediante educación,costumbres y demás características) hacia las mujeres de “antes y ahora” influye significativamente en que ellas cada vez tengan más características psicosociales que antes eran consideradas exclusivas en hombres: responsables, autosuficientes, independientes y protectoras.

Por su parte, los hombres también han adquirido características que antes se consideraban solo aptas en ellas: cuidadosos, ordenados, expresivos y cariñosos.

Estos resultados surgieron a partir de diversos estudios que se aplicaron, primero por investigadores de la Universidad de Austin Texas, en EUA y luego aplicados por el doctor Díaz Loving para determinar los rasgos característicos por género en nuestro país.

El especialista finalizó con un llamado a dejar de buscar diferencias y enaltecer las luchas de género para dar paso a la igualdad, equidad y respeto entre los distintos géneros, pues recordó que hay más diversidad de estos que son poco estudiados, difundidos y por ende, menos respetados.

Fuente: bienestar.salud180.com