Según la investigación que realiza la doctora Natalia Rybnikova, con beca de la Universidad de Haifa, una mayor exposición a la luz artificial en la noche se correlaciona significativamente con la obesidad, mientras que una iluminación de alta resistencia incide en alrededor del setenta por ciento de los casos coincidentes con altas tasas de obesidad. Entonces, la obesidad podría estar mediada por los cambios fisiológicos o de comportamiento en las personas que viven en las zonas urbanas que están ampliamente iluminadas, y, posiblemente, la iluminación es un factor importante que contribuye a la obesidad en todo el mundo.
La exposición prolongada a la iluminación artificial durante la noche también está conectada a varios tipos de cáncer. La Dra. Hagit Schwimmer, directora del área de las ciencias médicas en el Ministerio de Ciencia, explica que cuanta más iluminación más artificial hay en un barrio, mayor es la frecuencia de cáncer de mama y el cáncer de próstata.
Rybnikova espera analizar las señales de luz procedentes de las fotografías de satélite y convertirlas en valiosa información local e internacional.
Fuente: Revista Mariela