La afamada Jennifer López puede presumir a sus 44 años de seguir siendo una de las artistas más atractivas y espectaculares del mundo del espectáculo, irradiando una sensualidad en cada una de sus apariciones públicas que, ahora, se ve claramente ejemplificada en un nuevo videoclip, Booty, lleno de atrevidas coreografías. Haciendo gala una vez más de su condición de mito sexual, la diva del Bronx quiere demostrar por enésima vez que la edad nunca será un impedimento para ella a la hora de exhibir sus encantos sin reparo.
“Da igual si tienes 20 años, 40 o 60, las mujeres deberíamos estar orgullosas de nosotras mismas, de nuestro físico y de nuestro intelecto. Yo no trato de dar lecciones a nadie sobre cómo seguir siendo un sex symbol en plena madurez, simplemente me expreso y trato de dar rienda suelta a mi personalidad. No hay nada de malo en transmitir a la gente cómo me siento a través del baile, teniendo en cuenta que ahora me encuentro en el mejor momento de mi vida”, aseguró la artista al diario Toronto Sun.
Sin embargo, la intérprete que acaba de regresar a la soltería también es consciente de que mostrar sin pudor su escultural anatomía no tiene por qué estar reñido con la clase y el buen gusto, por lo que la neoyorquina trata siempre de mantener el equilibrio y no caer en la vulgaridad con el fin de cautivar a los millones de seguidores que tiene repartidos por todo el mundo.
“También está en mi naturaleza no atravesar ciertos límites en lo que a expresar mi sexualidad se refiere, ya que no creo que sea necesario caer en comportamientos demasiado explícitos. En mi nuevo vídeo, aparezco moviendo el trasero y haciendo un poco de twerking, pero no creo que la gente vaya a encontrar nada excesivamente polémico. En todo caso, no pienso dejar de ser como soy ni dejar de presumir de lo que he conseguido con tesón y esfuerzo por un tema tan trivial como el de la edad”, aseveró al mismo medio.
Pese a que en las redes sociales ya ha empezado a cuestionarse si los dos hijos de la artista, los mellizos Max y Emme (6), habrán recibido con entusiasmo que su famosa madre vuelva a sacar su faceta más atrevida en público, lo cierto es que Jennifer ya confesó en su momento que fueron precisamente ellos los que le animaron a utilizar un título tan sugerente como Booty para su nueva canción, nombre que podría traducirse directamente como ‘trasero’.
“Jamás se me habría ocurrido a mí cantar sobre mi trasero de forma tan natural, y menos aún optar por un título que deja tan poco a la imaginación. Pero un día estaba con mis hijos en el coche, escuchando la maqueta de la canción, y se volvieron locos. Me dijeron que tenía que llamarla Booty y así lo hice. No tuve elección, me forzaron”, revelaba hace unas semanas al presentador Jimmy Kimmel.
Fuente: la.eonline.com